Buen Provecho

Mejor decirles “adiós”: todo sobre la vida útil de tus alimentos

¿Cuándo es forzoso desechar un producto? Pon atención a la fecha de caducidad y a ciertos rasgos de deterioro que indican que su consumo ya no es seguro
27.05.2022

San Pedro Sula, Honduras.- Sin lugar a dudas, la buena salud de tu familia es una de tus mayores preocupaciones y prioridades. Para evitar que los tuyos enfermen por alimentos en mal estado es conveniente que conozcas las diferencias entre “fecha de caducidad” y “consumo preferente”.

Indicador de la vida útil de un producto, la fecha de caducidad se traduce en el límite de tiempo en el que un alimento mantiene sus características de calidad y sanitarias. Ingerir alimentos que han superado su caducidad representa un riesgo para la salud.

No importa que a simple vista parezcan seguros, muchos desarrollan esporas y bacterias que provocan infecciones e intoxicaciones. El consumo preferente significa que la calidad del alimento es mejor antes de esa fecha, pero sigue siendo seguro para el consumo después de esta”.

“A diferencia de la fecha de consumo preferente, que es una recomendación, la fecha de caducidad es terminante”, apunta Javier de la Cruz, profesor de microbiología. Pescados y mariscos, carne fresca, jamón, salchichas y carnes frías encabezan la lista de productos que caducos representan un gran riesgo para la salud.

Lavar bajo el chorro de agua una rebanada de jamón viscosa o dorar en una sartén esa salchicha con rastros de lama no minimizará el riesgo. “La leche tiene una fecha de caducidad clara, definida por pasteurización y empaque: una semana en vidrio o plástico y hasta seis meses en envase de larga vida”, señala el docente.

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“Una vez caduca, desarrolla olores y sabores muy desagradables; aunque quisieras, no podrías consumirla”. “Un caso diferente son los quesos. Les crecen hongos (no propios del estilo) y la gente los rasura y se los come. ¿Es válido? No, pues toda la pieza está llena de esporas no visibles. “Posiblemente no vas a enfermarte de gravedad, pero ya no es un alimento en estado óptimo”.

Siempre revisa las etiquetas y especificaciones de tus productos antes de comprarlos.

Frutas, hortalizas, carnes, pescados, panes y todo tipo de alimentos frescos, no cuentan con una fecha de caducidad impresa y deben examinarse minuciosamente, con vista, tacto y olfato, antes de consumirlos.

“Un vegetal en descomposición presenta marchitamiento de hojas, olor putrefacto, reblandecimiento y mosca de la fruta”. “El pan de la panadería de la esquina también debe evaluarse en función de dureza, humedad, color y presencia de hongos. No hay que olvidar que, por mínimos que sean, indican presencia de esporas en toda la pieza o bolsa”, detalla Javier.

¡A LA BASURA!

Las frutas y vegetales son muy susceptibles a echarse a perder si no se consumen en un tiempo prudente.

FRUTAS Y VERDURAS: Con hongos, reblandecimientos, marchitamiento excesivo, presencia de moscas de fruta o película babosa.

Riesgo: dolor abdominal, diarrea e infecciones o intoxicaciones pasajeras.

PESCADOS Y MARISCOS: Con ojos opacos, escamas que se desprenden al tacto, película babosa en la piel, conchas abiertas, coloraciones extrañas u olor desagradable.

Riesgo: enfermedades gastrointestinales, intoxicaciones serias, vómito, diarrea, fiebre.

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CARNE FRESCA: Con coloraciones verdes o marrones, olor putrefacto o textura babosa.

Riesgo: enfermedades gastrointestinales, intoxicaciones serias, vómito, diarrea, fiebre.

JAMÓN, SALCHICHAS Y CARNES FRÍAS: Con coloración extraña, hongos, cubiertos con una película babosa u olor desagradable.

Riesgo: enfermedades gastrointestinales serias, vómito, diarrea o infecciones graves.

ENLATADOS. Con abombamientos, golpes, óxido, desprendimiento de gas al abrir, o más de tres años de almacenamiento en alacena.

Riesgo: intoxicaciones bacterianas, particularmente por clostridium botulinum.

HUEVO: Con excremento, plumas o sangre. Piezas que floten en un vaso con agua: indica presencia de gases nocivos.

Riesgo: infecciones por bacterias, principalmente salmonella.

LECHE Y CREMA DE LECHE. Con color amarillento o verdoso, olor y sabor agrio o sólidos y cuajos no propios.

Riesgo: enfermedades gastrointestinales, vómito, diarrea o infecciones graves.

QUESO: Con hongos no propios, coloraciones verdes o marrones, olor desagradable o película babosa.

Riesgo: diarrea e infecciones pasajeras. Personas con deficiencias inmunológicas pueden desarrollar infecciones gastrointestinales graves.

NUECES: Con coloraciones verdosas, cubiertas de hongos o contaminantes físicos, como polvo y tierra.

Riesgo: intoxicación por el hongo aspergillus flavus.

PAN DE CAJA: Con presencia de hongos, coloraciones extrañas, rastros de humedad u olor desagradable.

Riesgo: en niños pueden provocar infecciones bucales; en personas mayores, infecciones leves.

TORTILLA: Con presencia de hongos o lama, piezas con olor y sabor agrio.

Riesgo: en niños pueden provocar infecciones bucales; en personas mayores, infecciones leves.

HOJUELAS DE CEREAL, ESPECIAS Y HIERBAS AROMÁTICAS: Con rastros de humedad, hongos o polvo.

Riesgo: infecciones leves.

FECHA DE...

Consumo preferente: a partir de la cual el producto deja de tener cualidades íntegras. Su color, sabor o consistencia pueden verse alteradas.

Caducidad: límite en el que se considera que las características sanitarias y de calidad de un producto se pierden.