TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Tras un proceso en el que hubo señalamientos y con la abstención de Honduras, la asamblea de gobernadores del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) eligió ayer a Ana Guissella Sánchez Maroto como presidenta ejecutiva para los próximos cinco años.
La ingeniera industrial es originaria de Costa Rica y cuenta con una amplia experiencia en cargos ejecutivos al igual que directivos en asuntos económicos, financieros, bancarios, incluyendo políticas de desarrollo.
Hasta el próximo 1 de diciembre Sánchez Maroto asumirá su cargo, culminando sus funciones el 30 de noviembre de 2028, convirtiéndose en la primera mujer que dirige la institución financiera multilateral con sede en Tegucigalpa.
La excandidata que participó en el proceso de selección tuvo el respaldo de su gobierno y compitió con su compatriota Bernardo José Alfaro Araya y el actual vicepresidente del BCIE, Jaime Roberto Díaz Palacios.
En el caso de Honduras se postuló el diputado y economista, Hugo Noé Pino, pero quedó fuera de la terna de aspirantes, por lo que se impugnó la determinación y al final fue declarada sin lugar por la asamblea del referido banco.
A raíz de esta decisión, la titular de la Secretaría de Finanzas (Sefin), Rixi Moncada, quien funge como gobernadora titular ante la asamblea, confirmó a través de redes sociales que hubo abstención como socio fundador del BCIE durante la elección que tuvo lugar en la sede de la entidad.
Transformación positiva
“Mi objetivo es poder liderar una transformación positiva del BCIE por supuesto hacia afuera, que tiene que ver con maximizar el impacto de las iniciativas que apoyamos, pero no solamente desde la perspectiva económica, financiera, sino también de la perspectiva de impacto positivo social y ambiental”, manifestó Sánchez Maroto en una conferencia de prensa virtual.
Agregó que “creo que una gran prioridad tiene que ver con fortalecer la gobernanza del BCIE, de trabajar con ética, transparencia, de ser los mejores en rendir cuentas de cómo utilizamos los recursos”.
“Tenemos una oportunidad de oro de que el banco se convierta en un gran catalizador de impacto positivo para la región y tenemos que hacerlo trabajando con la mayor rigurosidad; voy a trabajar de la forma más ética y con excelencia posible para servir a los países miembros, pero sobre todo servir a los ciudadanos centroamericanos más vulnerables”, sostuvo la nueva autoridad de la administración superior y representante legal del BCIE.