L 1,000 millones en bono no ajustan para abastecer a los pequeños productores de Honduras
Cerca de medio millón de pequeños productores a nivel nacional han recibiendo entre 2022 y 2023 un bono tecnológico, valorado en 3,500 lempiras para mejorar la producción agrícola, según la SAG
Para poder abastecer de semilla y bono a todos los pequeños productores se requieren de 3,500 millones de lempiras anuales.
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El calor deshidrataba el cuerpo y la gente estaba alborotada haciendo fila, mientras unos funcionarios del gobierno llamaban a cada beneficiado del bono tecnológico para que pasaran a reclamarlo.
Afuera del salón municipal de Texíguat, El Paraíso, donde se hizo un evento de discursos, esperaba paciente don Santos José Gómez, a la par de un burrito que alquiló por cien lempiras para cargar las semillas mejoradas y los fertilizantes que llevaba el gobierno.
Los insumos le llegaron el sábado 23 de septiembre, sabía que era demasiado tarde para sembrar en la postrera, así que estaba pensando si era mejor guardar los insumos para la siembra de primera del próximo año y no perderlos.
El campesino comentó que su única fuente de alimento es lo que siembra en cada temporada, si la cosecha de primera es buena, sabe que tendrá granos para comer hasta que salga la de postrera y no aguantará hambre con su familia. Si hay excedente lo vende para comprar otras cositas.
La Unidad de Datos de EL HERALDO Plus analizó la inversión del bono tecnológico que realiza el actual gobierno para garantizar la producción de maíz, frijol, arroz y sorgo.
Arturo Galo, titular de la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria (Dicta) de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), declaró a EL HERALDO Plus que son distintos bonos los que se están entregando a nivel nacional.
Por ejemplo, está el bono de maíz, que consiste en una bolsa de 20 libras de semilla mejorada, dos quintales de fertilizante, uno de fórmula y otro de urea, además de un kit fitosanitario con insecticidas y un fertilizante foliar.
El bono de frijol está compuesto por 40 libras de semilla, un saco de fertilizante tipo fórmula y el kit fitosanitario.
El bono de arroz consiste en una bolsa de 50 libras de semilla, más un quintal de fertilizante y el kit fitosanitario, mientras que el de sorgo son 20 libras de semilla, un quintal de fertilizante y el kit fitosanitario.
También está el bono de fertilizante que se entrega a los productores que se adelantan a la siembra o que tienen sus propias semillas y piden apoyo para potenciar sus cultivos para mejorar la producción.
Datos de la Dicta establecen que en 2022 se invirtieron 700 millones de lempiras en la compra y entrega de este bono a más de 289 mil pequeños productores.
Para el 2023 el presupuesto aumentó a 1,000 millones de lempiras, de los cuales 400 millones se invirtieron en la siembra de primera, beneficiando a más de 200,000 pequeños productores.
Cobertura
Don Santos José amarró con fuerzas los insumos y dijo, antes de marcharse, “yo lo aprecio bastante este bono que me han dado, usted sabe que esto es caro y no lo podemos comprar”, para luego enrollar el mecate en su mano y caminar con el asno por unas dos horas hasta llegar a su destino.
Laura Suazo, titular de la SAG, declaró EL HERALDO Plus, que “el bono tecnológico es para todos los pequeños productores de Honduras de al menos una manzana de tierra que se comprometen a sembrar”.
La idea es que la familias puedan producir sus alimentos y guarden para el sustento de su hogar, que no lo vendan, sino que lo almacenen para evitar la inseguridad alimentaria.
Si venden que sea el excedente de lo que necesitan.
En la entrega se escuchó un “¡viva la presidenta Xiomara Castro!... ¡viva Libre!...”, sin embargo, Suazo afirmó que las entregas no se hacen por afinidad política, ya que todo queda registrado en una plataforma en línea.
El alcalde de Nueva Armenia, Eduar Andino, no comparte esa afirmación, pues denunció que en su municipio, donde entregaron 700 bonos a los productores el mismo día, la ayuda solo llegó a los activistas de Libre.
Según el titular de Dicta, no se les puede entregar los insumos a todos los productores al mismo tiempo, sino que se hace por partes. Para el caso, el año anterior no se tenía toda la semilla que se requería, por eso se hacen entregas divididas en años: un período a un grupo, el siguiente a los restantes.
Para poder tener una cobertura completa se requieren alrededor de 500,000 bonos por temporada, es decir, la inversión sería de 1,750 millones de lempiras en la siembra de primera y otros 1,750 millones en postrera, es decir, un total de 3,500 millones de lempiras por año.
Las autoridades afirman que este auxilio se lleva a quienes más lo necesitan, ya que el año pasado se distribuyeron 289,000 bonos, este año en las siembras de primera ya se han entregado 227,000 bonos y en postrera se pretende atender a unos 200,000 productores más cómo mínimo.
Si bien la alimentación de muchos hondureños se basa en maíz y frijoles, los beneficiarios solo pueden recibir un tipo de bono, es decir, que si a alguien le dieron un paquete tipo maíz, no puede recibir para frijoles o de cualquier otro.
El funcionario expresó que el bono es un mecanismo que ayuda a garantizar la seguridad alimentaria de la población más pobre y que no haya desabastecimiento de maíz y frijol en Honduras.
En el caso de los frijoles, este grano es cosechado por pequeños productores, muchos lo guardan para consumo y el excedente lo venden al mercado nacional, aunque mucho sale del país hacia El Salvador.
A pesar de la proyección climática de sequía que se proyectó para este año, hubo lluvias casi en todo el país para producir y, aunque no fueron para llenar represas, sí se pudo cosechar.
Para el caso, solo con el bono tecnológico se logró una cosecha superior a los 1.4 millones de quintales de frijoles en primera y más de 7.1 millones de quintales de maíz, unos 255 mil quintales de arroz y más de 288 mil de sorgo, detalló Galo.
El funcionario de la SAG reseñó que en septiembre la canícula pegó fuerte en todo el país, provocando que mucha gente que siembra temprano haya perdido.
Pero a finales del mismo mes e inicios de octubre, cuando se está terminando de entregar el bono en todo el país, los campesino siguen sembrando, para aprovechar las últimas lluvias del año.
La proyección es poder cerrar el año con una producción de 2.8 millones de quintales de frijoles en el 2023, unos 100,000 quintales menos que el año anterior, cuando se superaron los 2.9 millones de quintales, según datos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) .
Se estima que el consumo de frijol por personas al año en Honduras es de 67 a 74 libras, y de unas 422 libras de maíz, por lo cual la producción de estos granos es fundamental.
Entregas
Los datos proporcionados por Dicta establecen que 17 de los 18 departamentos de Honduras recibieron el bono tecnológico en la primera entrega para la siembra de primera de 2023.
Los departamentos que más han recibido bono tecnológico son La Paz, El Paraíso, Olancho y Francisco Morazán, con más de 20 mil cada uno, luego se han distribuido entre 18 mil, 11 mil y más de 3,500 bonos por departamento.
Erick Mejía, alcalde de Texíguat, El Paraíso, declaró a EL HERALDO Plus que la situación que han vivido los productores del corredor seco es altamente crítica, ya que entre agosto y septiembre se sembró para postrera, pero todo se seco por falta de lluvia.
Con las lluvias de los últimos días de septiembre y las de inicio de octubre están volviendo a sembrar, con la esperanza de tener frijoles y maíz para el siguiente año.
Debido a la difícil situación que ha enfrentado su pueblo, Mejía hizo un llamado de auxilio por los medios de comunicación al gobierno central y hubo respuesta.
La proyección era que la mayor parte de los agricultores de la zona no iban a tener cosecha este año y el hambre se agudizaría en el 2024, la esperanza es que llueva el resto del año.
Todo ha sido tan crítico que el río bajó su caudal, la tierra está árida y la preocupación de la gente es que, si no hay cosecha, tendrán que comprar maíz y frijol el próximo año, pero son de escasos recursos.
El jefe municipal cuantificó que en su municipio viven un promedio de 2,000 pequeños productores y la SAG les llevó 700 bonos agrícolas. “Pero prácticamente nos están dando la mitad, nosotros nos sentimos agradecidos porque este producto está muy caro en el mercado nacional”, expresó.
El único aporte de la alcaldía municipal fue el pago del transporte de los insumos desde Tegucigalpa, Francisco Morazán, y desde Danlí, El Paraíso, para que la población no tenga que pagar nada, manifestó.
Las autoridades de la SAG informaron que el costo de cada uno de los bonos tecnológicos entregados es de 3,500 lempiras y solo está destinado para pequeños productores, que son los que abastecen de frijol el mercado nacional.
María García, una mujer campesina de Texíguat, expresó que “el bono le sirve a uno para el maíz y los frijoles, es una gran ayuda porque uno no lo puede comprar, es muy caro”.
En la actualidad el bono llega a 294 municipios del país, quedando por fuera únicamente las comunidades de Islas de la Bahía, debido a que en esa zona se dedican a otros rubros.
Resultados en la producción
El exdirector de Dicta, Guillermo Cerritos, declaró que si el bono tecnológico, se está dando así como lo han comunicado las autoridades debería tener una incidencia en la producción de granos básicos del país.
La SAG ha definido que la cosecha ha sido de más de siete millones de quintales de maíz y 1.4 millones de quintales de frijol en primera, pero no se puede atribuir totalmente al bono, pero separar ese resultado no es tan fácil, sostuvo.
Debido a que el bono de postrera se está terminando de entregar este mes, Cerritos indicó que posiblemente haya producción en las zonas del país donde llueva.
Lo anterior se debe a que las fechas de siembra de postrera van del 15 de agosto al 15 de septiembre, mientras que para cosechar frijol se ocupan 72 días, es posible que todavía se pueda lograr.
Maíz es muy difícil cosechar en postrera, ya que necesita más lluvia (son 125 días de ciclo, contra 72 de frijol). “Si el gobierno hace algo, definitivamente tiene que ser orientado a frijol”, recomendó.
Estimó que frijol se puede sembrar todavía en octubre y en noviembre en las regiones que llueva para así garantizar al menos una producción de 2.8 millones de quintales este año.