TikTok, por donde circula más desinformación en Honduras
TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En Honduras, al igual que en muchos otros países, la desinformación es una preocupación creciente que afecta la forma en que la gente percibe la realidad y la toma decisiones.
Las personas, en muchos casos, recurren a las redes sociales para obtener información y noticias. Pero la falta de regulación y verificación en estas plataformas puede facilitar la propagación de desinformación.
Actualmente, los medios de comunicación en Honduras enfrentan desafíos en términos de acceso y credibilidad, y las redes sociales desempeñan un papel aún más significativo en la formación de la opinión pública.
Es importante considerar el perfil demográfico de los usuarios de redes sociales en Honduras y su susceptibilidad a la desinformación. Por ejemplo, las personas con acceso limitado a la educación formal o con menor capacidad para discernir información veraz de falsa pueden ser más propensas a creer y difundir desinformación.
Y para comprender por dónde circula más desinformación en Honduras, es esencial examinar qué plataformas tienen la mayor cantidad de usuarios en Honduras.
Facebook ha sido históricamente la red social más popular en el país, seguida de cerca por YouTube y WhatsApp. Estas plataformas tienen una amplia penetración en la población hondureña y, por lo tanto, son espacios propicios para la difusión de información, tanto verdadera como falsa.
El equipo de verificación de EL HERALDO revela cómo TikTok, X y Facebook, entre otras, se han convertido en plataformas clave para la circulación de desinformación, examinando las dinámicas específicas de cada una y los factores que contribuyen a este fenómeno.
Las más contaminadas
Cada plataforma de redes sociales tiene sus propias características y dinámicas, lo que puede influir en el tipo de desinformación que circula en ellas.
El equipo de verificación de EL HERALDO, entre el 1 de enero y 3 de junio de 2024, ha desmentido 215 bulos que circularon en las diferentes redes sociales, según el registro alimentado diariamente con base en las piezas publicadas.
A partir de eso, la principal conclusión es que TikTok, la red social china, fundada en 2017, es por donde circula más desinformación en Honduras, con 109 bulos desmentidos (51%).
Esta plataforma de videos cortos, que ha experimentado un crecimiento explosivo en los últimos años, se ha convertido en un terreno fértil para la desinformación en Honduras. Aunque inicialmente se la asociaba más con el entretenimiento y la creatividad, TikTok ha sido utilizada cada vez más para difundir información falsa disfrazada de contenido viral.
Una de las razones de esto es la naturaleza rápida y viral de TikTok. Los videos cortos se pueden compartir rápidamente entre usuarios y pueden alcanzar una amplia audiencia en poco tiempo.
Esto significa que la desinformación puede propagarse rápidamente antes de que se tomen medidas para detener su difusión. Además, la falta de una infraestructura sólida de verificación de hechos en TikTok permite que la desinformación persista sin ser desafiada.
Otro factor importante es la demografía de los usuarios de TikTok en Honduras. Si bien la plataforma atrae a usuarios de diversas edades, es especialmente popular entre los jóvenes.
Esta audiencia puede ser más susceptible a la desinformación debido a su falta de experiencia y discernimiento en la evaluación de la credibilidad de la información en línea, dicen fuentes del equipo de verificación de EL HERALDO.
La segunda más contaminada es X, llamada anteriormente Twitter, con 70 bulos (32%) desmentidos al 3 de junio de 2024.
X, nombrada así, en julio de 2023, tras que el estadounidense Elon Musk la adquiriera, una plataforma que no identificaremos específicamente, pero que representa una red social genérica, también juega un papel significativo en la circulación de desinformación en Honduras.
Esta plataforma se destaca por su capacidad para conectar a personas de diferentes comunidades e ideologías, lo que la convierte en un espacio propicio para la difusión de desinformación.
Una de las características distintivas de X es la facilidad con la que se pueden crear y compartir contenidos, lo que dificulta la tarea de verificar la veracidad de la información. Además, la falta de una política clara de moderación de contenido en X puede permitir que la desinformación se propague sin control.
La polarización política y social en Honduras también contribuye al problema de la desinformación en X. Los usuarios pueden estar más inclinados a creer y compartir información que se alinea con sus propias creencias y puntos de vista, incluso si es falsa o engañosa.
Esto crea un entorno en el que la desinformación puede prosperar y ser aceptada como verdad por ciertos grupos de personas.
La tercera, en esta investigación, es Facebook, con 31 verificaciones, o sea, el 14%. La plataforma de Mark Zuckerberg, una de las redes sociales más antiguas y populares en Honduras.
Y, pese a la aparición de las otras, continúa siendo un importante conducto para la desinformación en el país. La amplia penetración de Facebook en la población hondureña significa que es utilizada por una amplia gama de usuarios, desde jóvenes hasta personas mayores.
Una de las principales preocupaciones con respecto a la desinformación en Facebook es que los grupos y páginas de Facebook proporcionan un espacio donde los individuos con agendas específicas pueden compartir información falsa o engañosa con una audiencia receptiva.
Además, la viralidad de ciertos contenidos en Facebook puede amplificar la desinformación. Cuando un artículo o video falso se vuelve viral en la plataforma, puede llegar a millones de personas antes de que se tomen medidas para desacreditarlo.
A pesar de los esfuerzos de Facebook para combatir la desinformación, incluida la implementación de herramientas de verificación de hechos y políticas de moderación de contenido, el problema persiste debido a la naturaleza abierta y descentralizada de la plataforma.
En cuarto lugar está WhatsApp, con 3 bulos desmentidos (2%), seguidos por Instagram y YouTube, ambas con una (el 0.5%).
En el caso de cada una de estas tres plataformas todas franqueables por los bulos. Ejemplo es YouTube, propenso a la desinformación en forma de videos manipulados o teorías de conspiración, mientras que WhatsApp puede ser utilizado para difundir rumores y noticias falsas de manera más privada.
Una puerta abierta
Es alarmante que la desinformación pase campante por TikTok, X, Facebook, WhatsApp, Instagram y YouTube. Pero es más inquietante la impunidad con la que las mentiras persuaden y crean una opinión, en muchos casos, errada en los hondureños, sobre temas tan torales, como la política, educación y salud.
“El problema de las redes sociales, como lo ha comprobado EL HERALDO, es que muchas veces el pueblo se forma una idea equivocada de un acontecimiento que no es real”, dijo Marlon Lara, diputado del Partido Liberal, al equipo de debunking de EL HERALDO.
La ausencia de un marco legal sólido para regular la desinformación en las redes sociales en Honduras genera varios problemas, entre ellos la dificultad para responsabilizar a quienes intencionalmente distorsionan la verdad con el objetivo de engañar a la población y obtener beneficios económicos.
Sin leyes o regulaciones que establezcan límites y sanciones para los difusores de desinformación, esta práctica, que puede tener consecuencias graves para la vida humana, se vuelve legal en Honduras.
“El diseño de las plataformas sociales está orientado a mantener a los usuarios enganchados, lo que a menudo significa que el contenido más sensacionalista y divisivo se ve favorecido”, explicó Claire Wardle, directora de First Draft, una organización dedicada a la lucha contra la desinformación.
Pero, más allá de este problema, es que Honduras está a menos de un año para el inicio de los procesos electorales, un nicho que los desinformadores aprovechan muy bien, como lo ha comprobado el equipo de fact-checking de EL HERALDO a los procesos vividos en Argentina y México, por ejemplo.
“Frenar la desinformación es un verdadero desafío significativo para la democracia, la cohesión social y los procesos electorales porque termina siendo un problema ético y de transparencia de los políticos”, comentó Javier Franco, autor del libro “No solo fake news”.
Identificar para no difundir, un reto
Para evitar contribuir a la viralización de la desinformación, es importante tener un pensamiento crítico y asegurarse de la veracidad del contenido.
“Los usuarios de redes sociales deben actuar como filtros críticos de información. Verificar antes de compartir es una práctica fundamental para reducir la difusión de noticias falsas y mantener la integridad del espacio informativo”, sugirió Renée DiResta, investigadora de desinformación en el Stanford Internet Observatory.
Abordar el problema de la desinformación en Honduras requerirá un enfoque multifacético que aborde no solo la regulación de las plataformas de redes sociales, sino también la educación de la población sobre cómo identificar y combatir la información falsa en línea, como lo incentiva EL HERALDO a través de su equipo de fact-checking.
En última instancia, combatir la desinformación en plataformas como TikTok, X y Facebook, las más contaminadas en Honduras, pasa por un esfuerzo conjunto y coordinado entre el gobierno, las plataformas de redes sociales, los medios de comunicación, la sociedad civil y la población en general.
Es un desafío continuo que necesita una vigilancia constante y un compromiso sostenido para proteger la integridad de la información y fortalecer la democracia en línea.
Nuestras calificaciones
Verdadero
Las pruebas apuntan, con contundencia y rigurosidad, a que lo afirmado es cierto.
Falso
Las evidencias no dejan margen a que lo afirmado es falso.
Ni sí, ni no
La expresión contiene algunos elementos verdaderos, pero en un contexto engañoso.
No verificado
No hay información pública o disponible que confirme o desmienta la expresión declarada.
¡Plop!
Además de ser falsa, la declaración cae en exageración.
Stephany Pineda
Periodista
Una heraldista divulgando en EL HERALDO. Es parte del equipo de Fact-checking. Bucea en las fuentes oficiales y alternativas para tratar y visualizar datos. Su trabajo: hacer fácil lo difícil. Es licenciada en Periodismo por la UNAH.