Policías y militares no lograron recuperar la gobernanza de las cárceles: Migdonia Ayestas
Las autoridades deben perfilar a los reos, determinar qué actividad criminal está ejerciendo dentro de las cárceles y luego realizar una segregación de máxima, media y mínima seguridad.
Ni la Policía Nacional ni las Fuerzas Armadas (FF AA) han podido recuperar la gobernanza de las cárceles.
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La directora del Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (ONV-UNAH), Migdonia Ayestas, consideró que ni las Fuerzas Armadas (FF AA), ni la Policía Nacional pudieron recuperar la gobernanza del sistema penitenciario.
Esa es la principal acción de la comisión interventora, recuperar la gobernanza del sistema penitenciario, para luego tomas otras medidas, dijo.
Afirmó que se tiene que recobrar la administración de los centros penales, porque la ha perdido el Estado de Honduras, ya que siempre se ha dicho que son una escuela del crimen, que tienen un autogobierno y que los privados de libertad son los que mandan.
El problema es que el Estado no ha logrado administrar y gobernar los centros penitenciarios a pesar que ha habido militares y policías al mando en varios procesos, por eso es importante comenzar por ahí, sugirió.
Una vez que se recupera la gobernanza de los centros penales, las autoridades deben proceder a perfilar a los privados de libertad para saber quienes son y si están los que deben estar, es decir, que no haya suplantaciones.
En segundo lugar se tiene que definir quienes son por su perfil criminal, es decir, determinar si son de alta o baja peligrosidad, para trasladarlos a los módulo creados para estos regímenes establecidos por la Ley.
Ayestas consideró que se deben identificar a los cabecillas, investigar o determinar en qué actividad criminal están operando dentro de la cárcel, quién les introduce todo los artefactos ilícitos como drogas, armas, celulares y demás, para empezar a desarticular las redes.
Luego de esto, cuando todos estén perfilados se deben mandar a las celdas que corresponden, como máxima, media y mínima peligrosidad, incluyendo la rehabilitación.
En todo este proceso también es importante cuidar a los que cuidan, es decir, fortalecer las capacidades de los agentes penitenciarios y al Instituto Nacional Penitenciario (INP) para que a futuro sea el responsable de la administración del sistema, dijo.
Ayesta refirió que si los centros penales son escuelas del crimen, el Estado debe enseñar que la autoridad puede recuperarlos y administrarlo en base a Ley y bajo el respeto de los derechos humanos.