TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En más de 2,000 aldeas vulnerables y postergadas, lo cual representa el 53.7 por ciento de estas comunidades en el país, se mantiene una deserción escolar del 18 por ciento en el sistema educativo.
La matrícula en estas regiones alcanza a unos 558,979 niños y jóvenes, de los cuales alrededor de 100,000 deciden no formar parte de un proceso de crecimiento académico.
Tanto en zonas rurales como urbanas, miles de estos estudiantes prefieren formar parte del mercado laboral informal, siendo parte de los 1.6 millones de hondureños que se dedican a este rubro.
Lo anterior son datos brindados por el Observatorio del Mercado Laboral (OML), en los cuales detalla que el 45 por ciento de la población, joven y adulta, no puede obtener un trabajo con todos los beneficios laborales.
“Tenemos que conocer cuántos centros educativos se encuentran con electricidad, condiciones sanitarias. Necesitamos habilitar la infraestructura, pero si tenemos más escuelas bidocentes no hay posibilidad de incrementar el tercer ciclo”, señaló Elsa Figueroa, coordinadora del Eje de Educación.
La funcionaria agregó que la Secretaría de Educación no cuenta con el presupuesto necesario para intervenir todos estos flagelos; pese a que hubo un incremento de 5,000 millones de lempiras para el presente año lectivo.
“Podemos ir construyendo dos aulas más en cada centro educativo, pero no se puede hacer directamente porque eso requiere una licitación y esos trámites son sumamente engorrosos”, puntualizó.
La educación media es la más afectada en estas comunidades, sufriendo una brecha del 50 por ciento de estudiantes que no forman parte del sistema educativo.
Para 2023 Educación desembolsará L 700 millones para la merienda escolar, tratando de revertir la deserción