TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A siete días desde que comenzó su acto de amor y sacrificio por los damnificados de la Aldea La Reina, en Protección, Santa Bárbara, el padre Leopoldo Serrano ha recorrido a pie más de 200 kilómetros desde San Pedro Sula y espera llegar a Tegucigalpa el jueves al mediodía.
A paso lento, pero firme y con la esperanza que la presidenta Xiomara Castro lo reciba el sacerdote de la parroquia San Roque en Santa Bárbara ha dejado a un lado las comodidades y se está “sacrificando” para que los damnificados de la aldea La Reina tengan una mejor vida.
Sin embargo, a pocas horas de llegar a su destino no ha tenido una respuesta positiva por parte de la presidenta, aunque su fe sigue puesta en que la mandataria lo atenderá y escuchará el clamor de las más de 1,200 personas que necesitan ayuda.
“Ella personalmente no se ha comunicado todavía, ni siquiera un mensaje nos ha enviado de que nos va a recibir, pero yo sé que nos va a atender”, comentó en comunicación con EL HERALDO.
Quienes si se han comunicado con el padre son los ministros del Instituto Nacional Agrario (INA), del Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS) y el director de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), todos se han comprometido con el párroco que ayudarán a la comunidad que fueron ubicados en la colonia San Francisco de Asís en el municipio de Macuelizo.
La caminata que el padre emprendió desde el pasado jueves esta dando resultados positivos, el martes cuadrillas de la Enee llegaron a la colonia a trabajar en el proyecto de electrificación; no obstante, aún falta terminar la pavimentación de la calle, iniciar la construcción de la escuela y otras obras que quedaron inconclusas.
Sacrificio
A sus 59 años el padre Serrano decidió realizar la caminata para que la población y la presidenta Castro conozcan las necesidades que viven las más de 1,200 personas que en 2020 perdieron todo tras un derrumbe en su comunidad.
“Han sido cuatro años que los pobladores han estado olvidados, por lo que decidí sacrificarme por ellos”, dijo.
Este miércoles, el sacerdote y el grupo que lo acompaña se encontraban a 37 kilómetros para llegar a Tegucigalpa.
El viaje ha sido largo, cansado y con algunas complicaciones por su estado de salud, pero eso no ha sido obstáculo, pues su devoción para ayudar a los demás es más grande.
“El viaje ha sido cansado, pero puede más el amor; a mí no me detiene el cansancio porque el corazón es más fuerte que el cuerpo, es más poderoso que las piernas y mi meta de llegar a Tegucigalpa aunque sea arrastrado, pero voy a llegar porque nos tienen que responder a las necesidades de la colonia San Francisco y también de los demás proyectos que están abandonados”, expresó.
Hace cinco año que el padre fue intervenido quirúrgicamente; los médicos le instalaron una válvula aórtica mecánica para controlar el flujo sanguíneo en el corazón, además tiene problemas de circulación y padece de hipertensión.
Los feligreses y habitantes de la comunidad a través de las redes sociales manifestaron su preocupación por la salud del padre y el recorrido que esta haciendo; en uno de los videos una mujer hizo un llamado a la presidenta Castro para que responda al sacerdote y pare la maratónica caminata.
Durante su trayecto el padre ha sido atendido por personal de enfermería de la Policía Nacional quien lo ha estado acompañando en su caminata.
El padre envió un claro mensaje a la presidenta Xiomara Castro. “Si ella no me recibe yo sigo igual sirviendo a los drogadictos y alcohólicos que los estamos rehabilitando todos los días, a los damnificados, yo sigo en eso, si ella no me quiere recibir no me voy a resentir, pero no le conviene a ella despreciar mi visita”, dijo.