Tegucigalpa, Honduras.- Con su mochila roja acomodada al lado de sus pies, Orestila Díaz, una joven de 31 años, se sentaba en una banca del Hospital Psiquiátrico Mario Mendoza. A su lado, su esposo Alfonso Posadas, de 54 años, la acompañaba en silencio, con la mirada cargada de preocupación.
La vida de Orestila, marcada por los trastornos mentales, se ha convertido en una batalla diaria que también ha transformado la existencia de Alfonso. “A veces me toca sacarla de urgencia, porque me empieza a golpear y a insultarme. También me ha quemado el dinero”, relató Alfonso.
Hace una década, el amor de Orestila y Alfonso se concretó en el nacimiento de una hija. Sin embargo, la enfermedad mental de Orestila la ha separado de su pequeña, quien ha sido criada por una de las hijas mayores de Alfonso por razones de seguridad. “Mi hija es quien la ha criado, porque como ella no está bien, acá la puso a estudiar en Tegucigalpa”, compartió Alfonso.
Oriundos de Corpus, Choluteca, se ven obligados a viajar más de tres horas para llegar al Hospital Mario Mendoza, el único centro psiquiátrico cercano.
No es un secreto que Honduras solo cuenta con dos hospitales para tratar trastornos mentales: el Hospital Santa Rosita, que recibe a pacientes en estado crítico, y el Hospital Mario Mendoza, que carga con el peso de atender a una población que clama por ayuda.
Según datos proporcionados por Mario Aguilar, director del Hospital Mario Mendoza, actualmente, un promedio de 250 personas diarias visita el Hospital Mario Mendoza, mientras que el área de emergencia atiende a unas 700 personas semanalmente. “Atendemos un flujo de pacientes de 250 solo en consulta externa y en el área de atención de niños y adolescentes en crisis, que es un flujo más bajo”, comentó Aguilar.
Arropado por la corrupción
A pesar de su importancia, este hospital no está exento de la corrupción. La ministra de Salud, Carla Paredes, confesó que el hospital será sometido a auditorías tras denuncias de saqueo de alimentos.
“Ya hemos hablado con el director y está absolutamente de acuerdo en eso. Este hospital no tiene jefe de recursos humanos desde hace ya un tiempo, ya tenemos identificado de nuestro equipo de nivel central un abogado”, informó Paredes.
Reconoció que el Hospital Mario Mendoza es el que menos atención ha recibido: “Hay que ser diligentes, porque nos hemos enfocado en todos los hospitales, pero no hemos prestado atención a los gritos de ayuda que pide el Mario Mendoza”, agregó.
