Valencia, España.- La inesperada inundación acompañada de un depredador tornado en Valencia, España, hizo que muchas madres hondureñas hicieran todo lo posible por salvar a sus hijos que estaban en riesgo.
Lizeth Espinal Castillo, presidenta de la Asociación de Hondureños Solidarios en Valencia, declaró a EL HERALDO que desde los primeros minutos de la inundación comenzaron a recibir llamadas de alerta.
Las lluvias fueron causadas por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), considerado el fenómeno natural más violento de este siglo en Valencia.
Una de esas llamadas de alerta fue la de Eunice Espinoza, una hondureña con tres hijos y quien habita en el sector de La Torre junto a su esposo. Ella tuvo que salir con los menores, entre ellos un recién nacido, y subir por una escalera para llegar a la parte más alta de un edificio vecino para sobrevivir.
Los niños tienen edades de 9 y 3 años, más el pequeño de apenas un mes de nacido. Eunice avisó a un grupo de la organización y después no volvieron a saber nada hasta el siguiente día.
“No sabíamos qué hacer, porque no teníamos la ubicación exacta de dónde estaba y luego no cogió el teléfono, estábamos angustiados de saber que esos niños estaban bajo la lluvia y ella también”, contó Espinal Castillo.
Fue hasta la mañana de este miércoles que se comunicó con la organización y dijo que los rescatistas llegaron por ellos. La familia fue trasladada a un albergue.
Desesperada
Otra hondureña que vivió momentos de desesperación fue Patricia Castillo, quien estaba en su trabajo cuando el agua soprendió a Valencia. Lamentablemente, tenía a sus tres hijas en casa.
Como todo sucedió tan rápido, se sorprendió cuando recibió la llamada de sus niñas: “Mamá, estamos nadando en casa”. La angustia se apoderó de ella, pues no sabía cómo ayudar y recordó que su domicilio estaba en el primer piso, susceptible a las inundaciones.
A pesar que estaba trabajando, salió en rescate de las niñas, pero no pudo llegar porque la Guardia Civil y los Bomberos restringían la circulación para la protección de la gente. No obstante, desde el edificio le avisaron que las menores subieron hasta el piso más alto, donde se pusieron a salvo.
En la mañana Patricia fue a buscarlas y, a pesar que no la querían dejar pasar, ella se arriesgó por sus hijas. Logró llegar a su residencia, donde constató que estaban a salvo y en buenas condiciones.
La presidenta de la organización contó que hay familias desesperadas que han llamado preguntando por sus familiares, que no los encuentran o que no se han podido comunicarse con ellos, debido a que no hay energía en muchas zonas y se pierde la señal de celular.
Contó que la noche anterior fue hasta la estación del metro, cerca de su casa, en Alginet, Valencia, por donde cruzó el tornado, y vio a una muchacha que desesperada buscaba a su padre que iba en el tren, pero este dejó de circular unos cuatro pueblos antes de su destino.
El autobús tampoco pasó por el mal tiempo. Ella lo fue a buscar y lo encontró en la estación, pues el señor pasó la noche en su casa y la mañana siguiente buscó la manera de cómo llegar a su destino.
“Aquí la situación está muy mal, quizá parecido al huracán Mitch (1998 en Honduras) o un poco más, porque nadie se esperaba que pasara un tornado por todo Valencia y eso ha afectado muchísimo”, expresó.
Asistencia
Producto de la tempestad, los vehículos pesados daban vuelta en la carretera y caían sobre los carros pequeños. “Esta mañana fuimos a ver y vimos como los carros estaban uno encima de otros, es tremendo”, describó.
Dijo que en el consulado de Honduras están recolectando víveres, comida y agua, luego lo van a comenzar a distribuir, debido a que en este momento no pueden acceder hasta los lugares donde están las familias atrapadas.
Se espera que cuando los rescatistas y las autoridades españolas permitan el paso van repartir y atender las necesidades, que en este momento son muchas entre los hondureños.