Luego de los analgésicos que aplicó el gobierno pasado al sistema educativo, la apertura del año lectivo 2014 aún adolece de severas fiebres de incertidumbre e improvisación.
Además del temblor que producen las reformas impulsadas por la Secretaría de Educación, el pésimo estado de la infraestructura escolar se convierte en el cáncer que consume la esperanza de obtener calidad educativa.
Registros de la Secretaría de Educación indican que en el Distrito Central existen 693 centros educativos, de los cuales 110 aún operan en casas alquiladas, centros comunales o iglesias.
La situación empeora cuando se verifica que de los 583 restantes, hay más de 240 escuelas y colegios donde la infraestructura se encuentra en precariedad extrema, es decir que apenas 344 están en un parámetro de regular o buen estado.
Tal es el caso de la escuela Monseñor Fiallos, ubicada en la misma colonia, donde el inmueble presenta un estremecedor deterioro, paredes con grietas, muros perimetrales colapsados, ventanales caídos, cielos falsos carcomidos y áreas verdes convertidas en montañas.
A la lista de problemas se suma la falta de pizarrones y un déficit de más de 300 sillas, para una matrícula que supera los 600 alumnos.
Martha Euceda, directora de la escuela, elevó por enésima vez su voz de auxilio a las autoridades competentes para que les apoyen con una reconstrucción o remodelación de la escuela.
“Tenemos serios problemas de infraestructura, me encantaría que el presidente Juan Orlando Hernández y el ministro de Educación, Marlon Escoto, visitaran este centro educativo para que se den cuenta de nuestra realidad”, imploró.
Los estudios
Aunque no se ha definido un plan de rehabilitación o de reconstrucción de centros educativos, personal técnico de Educación ha trabajado en la elaboración de un censo en el que se ha identificado cada uno de los problemas que hay en los centros educativos a nivel nacional.
Según el análisis global de esta dependencia estatal, solo en el Distrito Central más del 41.2 por ciento de las escuelas y colegios se encuentran en pésimas condiciones de infraestructura, de instalaciones hidrosanitarias y de mobiliario.
No obstante, los técnicos destacaron que el 58.8 por ciento de los inmuebles se encuentran en regulares o buenas condiciones.
El plan maestro devela que en las escuelas de las ciudades gemelas en materia de mobiliario el 55 por ciento se encuentra colapsado y apenas el 45 se encuentra en condiciones aceptables.
Asimismo, se establece que en servicios básicos el 77 por ciento de los inmuebles cuentan con dos o más servicios básicos, como ser agua potable y energía eléctrica, y solo un 33 por ciento carecen de algunos de estos servicios.
Los datos indican qué el 77 por ciento de los centros educativos se enfrentan a las amenazas sociales que representan el consumo de drogas y las pandillas, y solo el 33 por ciento se encuentra en áreas seguras.
En el caso de instalaciones hidrosanitarias, se estima que el 69 por ciento de los servicios sanitarios se encuentran en mal estado y solo el 33 por ciento está en buenas condiciones.
En el caso de la infraestructura, es decir paredes y pisos, el 47 por ciento se encuentra colapsada y un 53 por ciento está apta para ejercer la labor académica.
Los costos
El plan maestro trabajado por los especialistas de la Secretaría de Educación también contempla los elevados montos de inversión que requiere el sistema.
Para el caso, en reparaciones de infraestructura escolar se necesitan unos 205 millones de lempiras y en nuevas construcciones más de 224.
Asimismo, se estima que en reparaciones hidrosanitarias se requieren más de 200 millones de lempiras, al tiempo que para equipar de mobiliario a las escuelas se necesitan más de 14 millones.
Para rehabilitar al 100 por ciento el sistema educativo público en el Distrito Central se requiere la onerosa suma de 643 millones de lempiras.
Según funcionarios de Educación, esta cifra contempla solo las escuelas y colegios de las ciudades gemelas y el monto se vuelve elevado.
Agregan que en la actualidad apenas hay identificados 30 millones de lempiras financiados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Cabe mencionar que con este presupuesto se pretende rehabilitar centros escolares de Tegucigalpa, La Ceiba y San Pedro Sula.
No obstante, se informó que la Secretaría de Educación intervendrá a corto plazo unos 13 centros educativos que considera se encuentran en condiciones precarias.
100 niños en la calle
Las deficiencias en el sistema educativo público se manifiestan de diferente forma, tal es el caso de la escuela Reino de los Países Bajos, ubicada en la colonia Miraflores Sur.
En este sector más de 100 niños inauguraron el año escolar en la calle en vista de que integrantes de la cooperativa Miraflores Sur Limitada cerraron de forma abrupta las instalaciones.
Según los cooperativistas, el predio donde funciona la escuela les pertenece y manifiestan que el litigio data de 2002.
No obstante, las autoridades escolares denuncian que en el tema no ha existido un proceso de discusión, arbitraje o conciliación por parte de las autoridades competentes, por lo que el cierre se considera arbitrario.
Roberto Reyes, director de la escuela, solicitó a las autoridades de la Secretaría de Educación y del Ministerio Público intervenir para que se abran los portones.
“No podemos tener los niños en la calle, es urgente abrir la escuela para iniciar el año escolar”, dijo.
Añadió que es necesario iniciar un proceso de diálogo y verificar la legalidad de la solicitud de los cooperativistas.