TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El tenebroso caudal del río Choluteca comenzó a descender, pero no el drama humano que viven miles de sureños afectados por los torrenciales aguaceros.
La filtración de agua en comunidades de los municipios de Morolica, Apacilagua, Choluteca y Marcovia se ha reducido, lo que ha permitido que tanto autoridades locales como cuerpos de socorro puedan llegar hasta ellos, ponerlos a salvo o entregarles víveres.
El reporte oficial de la Secretaría de Educación establece que se han habilitado unos 39 albergues en todo el departamento de Choluteca, donde se encuentran unas 885 familias, conformadas por 3,861 personas.
Asimismo, han evacuado y reubicado en casas de familiares a 186 familias, unas 853 personas.
En Morolica y Choluteca, las autoridades han establecido albergues y entregado alimentos, contrario a lo que sucede en la mayoría de aldeas y caseríos de Marcovia y Apacilagua, donde las fuertes correntadas las mantienen incomunicadas.
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En Marcovia, las autoridades batallan por ingresar a sectores como Punta Ratón, Vista Hermosa y El Tambor, las cuales están aún incomunicadas por el desbordamiento del río Choluteca.
“Yo sé que es difícil pedir tranquilidad en plena emergencia, pero es lo único que podemos hacer”, pidió Nahún Cálix, edil de Marcovia.
A fin de restablecer el paso las autoridades de Investh acordaron con los ediles de Orocuina, Apacilagua y Morolica iniciar este martes la construcción de un vado que permita el paso a los sectores.
“Estamos preocupados porque no hemos podido entrar a Apacilagua ni en lancha ni mucho menos en vehículos, y las raciones de alimentos se están acabando” aseguró Carlos Ledezma, diputado por Choluteca.
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Piden declarar emergencia
Los alcaldes de los municipios de Valle fuertemente azotados por el temporal piden al gobierno declarar emergencia en sus zonas.
Tal es el caso de Nacaome, San Lorenzo y Alianza, donde se reportan los daños más considerables, tanto en viviendas y vías de comunicación como en los cultivos.
El edil de Nacaome, Víctor Flores, detalló que ocho barrios periurbanos están bajo el agua y muchos de sus habitantes se encuentran alojados en los nueve albergues hasta ahora habilitados.
“Tenemos 480 familias evacuadas, en un albergue del Francisco Guerra hay 225 adultos mayores e igual número de niños y hoy (ayer) las raciones de alimentos son escasas. Además, tenemos 455 viviendas dañadas donde habitan al menos 2,000 personas”.
En tanto, el alcalde de Alianza, Faustino Manzanares, mostró su preocupación por la situación en su municipio.
“Toda la Costa de los Amates está incomunicada, tenemos unas 1,200 familias en este sector, en Moroguaca, La Ceiba, Sonora y otros”, pormenorizó.
Más de 1,000 manzanas de cultivo de maíz están anegados de agua y 700 productores perderán sus cosechas, dijo.