Siempre

Artículo de Octavio Carvajal: Un país sin salvador

Por más que se añore a un “salvador”, los dueños del ajedrez ponen sus piezas y quitan sus estorbos por el bien de sus raciones

30.05.2021

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Asediados por corruptos, desempleo y terminados con una agresiva y mortal peste, muchos buscan el poder de la nación sin tener un ápice de noción del intenso caos ni cómo disiparlo.

Quienes aspiran a “gobernar” siguen, por anemia, con discursos ridículos. “Somos el cambio”, repiten, siendo más de lo mismo. Un “salvador” para el país es blasfemia, de impíos.

LEA TAMBIÉN: El artículo de Octavio Carvajal: ¿De fugitivo a informante?

Lejos de acertar con un redentor terrenal, se precisa de un estadista honesto, serio, con cero palabrerío ni fatuo. Casi todos los presidentes se van repletos de corrupción y, por codicias de muchos y olvidos absurdos del gentío, varios activan en política sujetando o añorando el sillón. En la última década vamos en picada, los pícaros están sólidos y libres, totalmente cínicos.

Tiesos

Ninguno carece de su cuarta de pus en trama con financieros y gremios afines a su tutela cuadrada con cierta prensa que alaba, tapa y destapa por lucro. Los mismos viperinos cada cuatro años. Atracos enormes también con sello mujeril. Cómo faltar las señoronas muy infladas llegadas a altos puestos y, para clavarnos, las mandan a “torear” con cuernos, sin tuercas ni brújula.

Les fascina mimar familiones. En lugar de levantar trituran el fisco. Sabrá alguno (a) de estos destornillados el tamaño de crisis que sufre el país con una plaga que no solo mata humanos, sino que troza capitales con más desempleo, bajos salarios, alto costo de la vida, con una moneda “fuerte” (cuento depreciado) pero su poder adquisitivo está molido y, de chongo, súper endeudados.

Aquí muchos en su telaraña de cerebro cargado de remedios idean corregir —siendo bandidos— los gruesos apuros con su soplo trillado de “Somos el cambio”, con viejos rostros, mostrando toda su prole (hijos, primos, nueras, suegras, amantes). Una nación no se gobierna con vestidos de corderos ni engreídos que con charra se sueñan campesinos. ¡Tramposos!

Pérfidos

Solo piensan que, por primera vez en años, el Banco Central de Honduras (BHC) rebalsa con casi nueve mil millones de dólares en reservas y que al primer chance lo saquean otra vez sin pudor, al tanto del chorro de deudas públicas, privadas, los pagos urgentes con entes bilaterales, multilaterales y los bonos soberanos a saldar a inicios de 2022. Juntos gritan: “podemos”. Pinches vulgares.

ADEMÁS: Artículo de Octavio Carvajal: Ladrones y miserables

El problema de ustedes es que, sin teta estatal, se ponen tersos (siendo perversos), sabelotodo, milagrosos, saludan hasta los perros, comen en la calle, se atoran baleadas, pasean en los comercios, comen en rincones catrachos a noventa lempiras el plato —sin pagar un cinco por ser “candidatos”—, manejan su auto medio viejo o nuevo, ojean mercados, bailan con los garífunas (bailándoselos), no rompen un plato, ayudan con migas al haraposo (solo en campaña) y, finalmente, dicen que ya “conocieron” la crisis que nos asalta.

Pillos

Empero, nomás son ensayistas sin penurias. Solo narran, tal vez pasmados, lo que sufre la masa en sus travesías ocultando sus travesuras, con teatros inútiles para caer, a lo lagarto, al pisto ajeno. Corruptos pululan a pilas desde hace siglos. La diferencia es que ahora “juran” luchar contra la corrupción arropados vanamente en Iglesias que, al perjuro, los veneran, les creen.

Y mientras ven y “lloran” en sus circos la miseria en mercados, hospitales, barrios, colonias, en el campo, buen mazo de ellos se chupó millones de Banadesa, de la SAG y de otros entes. ¿O el ladrón soy yo? ¿Quién de ustedes en plena cruzada política se alzó con cien millones de lempiras del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola? ¿Lo sabrán periodistas tirados de influyentes mimados de políticos y banqueros?

Al toro por los cuernos y el hedor ahí está, marcando las huellas de forajidos que para colmos fueron premiados en los comicios de marzo pasado para colarse, por las malas —al estilo matasiete—, en las votaciones de noviembre y entrarle al plato público a partir del 25 de enero de 2022 con la nueva legislatura. ¡Ah! Van unos jóvenes hijos de harineros.
Apenas nimios datos de petulantes creídos de pulcros, radiantes, cristalinos y osados (as) que sueñan arreglar la anarquía general. Algún día sufrirán en carne propia la muerte de un pariente en un frío pasillo de hospital, así no contarán cuentos mal contados ni nadie votaría por muchos que hablan de equidad inyectándose colosales robos a lomos del roto. En país de ciegos…

Podridos

Criticando la pérdida millonaria en cultivos de todo tipo –por sequía o inundaciones- varios políticos asaltaron Banadesa y la SAG.

Ruidos

A la masa le sigue embrujando el circo de candidatos a cargos de elección popular cuyos argots son repicados en dispendiosos micrófonos.

Seso

Habría que preguntar a quienes “mueren” por el país si ya vieron las cifras reales de deudas públicas y privadas producto de la corrupción.

Verdad

Hay un candidato presidencial que jura “su amor por Honduras” y su parentela nos ha tenido de potrero. Destila honor y es de albañal.

VEA: Artículo de Octavio Carvajal: Jugando a perder

Hechos

Ni esperanza alguna de que la nación salga del atolladero si jamás dejará de estar atada por fuertes que pagan por tapar sus maldades.