TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El presidente Juan Orlando Hernández Alvarado está -igual que otros- soberbio en el cargo. Sus amigos lo cercan y orillan a crear problemas donde no los hay, a exacerbar las masas, mientras sus opositores, también petulantes, se idean sabelotodo, ajenos al caos, exigiendo que el juicio solo gire alrededor de sus perversos gustos y codicias.
Los llamados PCM (reformas a la Salud y a la Educación) tenían años engavetados. Pero, alguien con fines aviesos o vitales para desviar otros temas de interés nacional, los sacó del sarcófago y ocurrió la que ya todos sabemos. Seguimos sufriendo el barullo incesante e incendiario que ha mantenido al país a medio vapor en las últimas semanas.
Planes
Lógico, todo regente tiene y afronta crisis de diverso fondo. Empero, otras son creadas desde cúpulas para gustos propios o de grupo. Pareciera que el plan es “entretener” al gentío. Vamos de apuro en apuro. Médicos y maestros se fueron a las calles pidiendo su derogación, acuerpados por otros agentes ajenos al grito gremialista.
En medio de la bulla callejera, la guerra tocó al Congreso. El diputado David Chávez fue agredido por paleros de Libre tras darle un puñetazo a Jari Dixon, pero loaron al Chele Castro que le dio un fajazo por la espalda a un cachureco. |
Se culpan unos a otros del mayúsculo escándalo, sin asumir, seguro por egos, deberes que les atañe, pero que hieren peligrosamente a las masas sumidas en el cansancio y la tristeza, con pobres espectáculos que -como siempre- dejan ricas gangas a los de arriba. Los bribones -de todos los colores- usan sinfín de tretas a lomos de la inopia general.
Tirantez por todos lados. ¿Quién tiene la razón? Cada bando justifica lo injustificable. Las marchas de la Plataforma de la Salud y Educación -en medio de sendas riñas con la autoridad- lograron que el Ejecutivo cediera y eliminara los PCM con la condición de sentarse a dialogar. No convencidos, galenos y docentes siguen agitando las arterias.
La tuya
El expresidente Manuel Zelaya -otro “endiosado”- acusó al régimen de dictatorial y exigió a las bases de su partido Libre a vivir en “insurrección hasta el paro nacional y la salida de JOH” tras acusar a la doctora Suyapa Figueroa, presidenta del Colegio Médico, de caer en la trampa de JOH.
Sin embargo, Figueroa lo anuló y directo al pecho le dijo: “La opinión de ‘Mel’ me tiene sin cuidado; creo que ellos están descalificados para venir, decir u opinar en defensa del pueblo si realmente las mismas acciones de ellos tienen al pueblo confrontado porque también han sido estructuras corruptas, entonces me pregunto si la opinión de él vale la pena mencionarla”.
Los PCM no solo asaron las calles del país, también hurgaron las entrañas de la Conferencia Episcopal que rechazó “dobles agendas” que orillen a una crisis muy difícil de superar por los aprietos creados para legislar y en la toma de medidas del Poder Ejecutivo. Fue un bombazo de regaños y avisos que hasta los pedófilos se aterraron de aquí a Roma.
Entretanto, las marchas de doctores y docentes no han cesado. En medio de dimes y diretes, JOH dijo que “quien quiera protestar que lo haga pacíficamente… aquí no podemos dejar de decir también que los políticos radicales quieren ver la destrucción de nuestra economía”. ¿Irá para largo este pleito de “dioses”?