Sucesos

Asesinan frente a su padre a un joven agricultor en Olancho

El problema se habría originado por el robo de un arma que se dio en la aldea por el que culpaban al fallecido

25.01.2019

OLANCHO, HONDURAS.- Su patrón lo invitó a su fiesta de cumpleaños y el joven decidió acompañarle. A la salida del agasajo pasaría la tragedia de su vida.

Kevin Noel Picado Aguilera, de 23 años de edad, salió a las 5:00 de la tarde de su casa en el caserío El Espinal, en la aldea San Felipe, jurisdicción de Juticalpa, Olancho.

La emoción del festejo en honor a su jefe apenas comenzaba. Todo transcurrió con normalidad durante varias horas, pero su padre se preocupó al ver que pasaban las 9:00 de la noche y su hijo no llegaba a la casa.

Don Ramón Ríos, padre del joven, se vino de su casa con rumbo a la vivienda del patrón de Kevin. Acompañó por unos minutos a su vástago, pero después lo convenció de que se retiraran porque era peligroso andar muy tarde en la calle.

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Su padre lo fue a traer
“Mijo, vámonos”, le dije, y él me dijo: “vámonos pues, papá”, recordó don Ramón. Padre e hijo salieron de la casa donde se celebraba el cumpleaños y cuando estaban a punto de llegar a su vivienda, de lo oscuro, entre los matorrales, dispararon en reiteradas ocasiones, pero solo al cuerpo de Kevin Noel.

El agricultor cayó fulminado por la fuerte descarga de disparos que le propinaron los desconocidos, ante la impotencia de su progenitor, un hombre de la tercera edad.

Kevin Noel expiró en los brazos de su padre, alrededor de las 9:30 de la noche, sin que nadie pudiera hacer algo por ellos. Rápidamente los colonos de El Espinal se enteraron de lo ocurrido luego de escuchar los disparos y acudieron al lugar de donde provino el sonido de las detonaciones.

Por la pérdida de un arma
Los familiares aseguran que el fallecido había tenido una rencilla recientemente con un hombre de la misma zona, por la pérdida de un arma de fuego. “Creyeron que mi hijo se había robado una pistola, pero fue otra persona y quisieron culpar a mi muchacho”, aseguró don
Ramón Ríos.

Aunque no hay una denuncia formal en contra del presunto hechor, la Policía llegó a realizar el levantamiento y hay una investigación de oficio en torno a la muerte.

Kevin era padre de tres hijos, todos muy pequeños. Trabajaba en Talanga, pero hace 15 días había regresado a su casa por la muerte natural de una hermana y se había quedado unos días con su familia.

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