TEGUCIGALPA, HONDURAS.-La muerte de diez personas en cuatro hechos violentos ocurridos en los primeros 15 días del año han encendido las alarmas de las autoridades policiales en el departamento de Olancho.
Estos casos han provocado una percepción entre la ciudadanía del departamento de un posible repunte de los casos de violencia.
El primer episodio fue una masacre que se registró el 13 de enero en la aldea Timis, entre los municipios de Salamá y El Rosario, donde cuatro personas fueron emboscadas y perdieron la vida a balazos.
Las víctimas fueron de una misma familia y fueron identificadas como Carlos Arturo Fúnez Zelaya, de 70 años de edad; sus hijos Orlin Oniel Fúnez Pavón, de 36 años, y Carlos Alduvín Fúnez Pavón, de 24 años, además, Kevin Fúnez, de 24 años, sobrino de don Carlos Arturo.
Ese mismo día, en el interior de un negocio conocido como La Casona, ubicado en el barrio El Centro de Juticalpa, fue asesinado Leonel Alfredo Sarmiento García, de 50 años de edad, hijo del exdiputado al Parlamento Centroamericano (Parlacen) y líder político por el departamento de Olancho, Julio Eduardo “Lalo” Sarmiento Galindo, quien falleció en 2013.
Otro de los homicidios múltiples se registró el 14 de enero en el municipio de Patuca, donde tres personas fueron encontradas asesinadas flotando en el río.
Las víctimas fueron identificadas como Odin Barahona, de 20 años de edad; Santos Julián Sánchez, de 43 años; y Gustavo Adolfo Reyes Vargas, de 32 años.
El último episodio violento donde se registraron dos personas asesinadas fue nuevamente Patuca.
A eso de las 6:40 de la tarde del domingo, dos personas fueron asesinadas a balazos y por heridas de arma blanca.
Las víctimas fueron identificadas como Eduard Josué Rivera, originario de Patuca, y Jefree Nolverto Aguilar Arias, de 17 años de edad, originario de Danlí, El Paraíso, ambos residentes en el barrio La Guadalupe, de Patuca.
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Causas
El subcomisionado Lenín Morel, comandante de la Jefatura Departamental 15 en Juticalpa, Olancho, dijo a EL HERALDO que los hechos violentos se han registrado por diversas causas, como ser enemistades personales, venta de drogas, pleito por herencias y disputa de tierras, entre otros.
Explicó que de acuerdo a las investigaciones realizadas por la Policía, el caso de Leonel Sarmiento se maneja que fue por enemistades personales entre familiares. Pero ese extremo sigue en proceso hasta llegar a esclarecer el caso.
En cuanto al último que ocurrió en Patuca donde dos jóvenes fueron asesinados con armas de fuego y arma blanca, “están en proceso de investigación, porque son casos más delicados”.
“Tenemos varias hipótesis, pero no las podemos mencionar para no interrumpir las investigaciones”, dijo Morel.
En el caso de los tres que fueron asesinados y encontrados flotando en el río, siempre en Patuca, el oficial detalló que este es un caso “atípico”.
Las personas fueron encontradas en el río y no se sabe si venían o iban hacia La Mosquitia, donde dos de las víctimas eran de San Marcos de Colón, Choluteca. “La Dirección Policial de Investigaciones (DPI) se está encargando de esas investigaciones”, detalló. “Es por eso que en este caso no generamos hipótesis, pero en la comunidad se maneja que es por situación de drogas”, comentó.
Mientras que en el caso de la masacre en Salamá donde perdieron la vida cuatro personas en una emboscada dijo que hay una banda que tiene más de una década, que es conocida como la banda de Mito Padilla, que se dedicaba a asaltar carros repartidores y se convirtieron en sicarios.
“A esta banda se le han capturado seis miembros por lo que no se descarta que lo que ocurrió en este caso podría ser por represalias a raíz de esas detenciones, ya que uno de ellos participó en un secuestro y asesinato”.
El funcionario policial dijo que a los integrantes de esta banda se les anda buscando en este sector, pero pronto se les dará captura.