A las 8:00 de la mañana dejaron de atenderse llamadas y no porque las emergencias de la población no sean prioridad.
La misión de los elementos del Cuerpo de Bomberos va más allá de la intervención oportuna de salvaguardar vidas, cuidar de los bienes de la comunidad ante el riesgo de incendio y cualquier otro evento producto de los fenómenos naturales.
En ellos existe un compromiso con la madre de la humanidad, quien les inspira el don de servicio, les lleva de la mano a Jesucristo y los protege bajo su amparo maternal.
Es por ello que ayer en un evento especial marcado por el fervor, devoción y sublime entrega, el heroico y benemérito Cuerpo de Bomberos de
Honduras rindió su homenaje a la Virgen de Suyapa, patrona de Honduras, en el marco de la celebración del 267 aniversario del hallazgo de su imagen.
Honores
En el programa especial de la Fiesta Nacional de Nuestra Señora de Suyapa, existe un día seleccionado por esta entidad de servicio público
para dedicarlo a la soberana de Honduras.
Ante el altar de la Virgen los bomberos se rinden para contemplar su belleza sin par, presentar ofrendas, darle gracias por los favores obtenidos, elevar súplicas y escuchar el mensaje que se les ha preparado en tan memorable ocasión.
Estos honores inician con una procesión que parte desde la estatua dedicada al bombero en el bulevar Suyapa hacia el Santuario.
Un anda adornada con flores, donde se destaca la réplica de la imagen de quien desde 1925 fue declarada patrona de los hondureños, encabeza el breve recorrido en el que participan la plana mayor, en ausencia del comandante Jaime Omar Silva y miembros de la heroica institución.
A su paso son acompañados por la Big Band -banda de los bomberos-, que interpreta sonoras marchas como un homenaje a la Morenita y arrancan los aplausos del público asistente.
“Bienvenidos hermanos, esta es su casa, la madre llena de esperanza los recibe”, fue el saludo que dirigió a los bomberos un representante de la comisión de liturgia, al momento que se entonaba el canto de entrada: “A la mesa del Señor”.
La celebración eucarística que en el séptimo día de la novena se denomina a “María Madre de la Santa Esperanza” la presidió Ermer Sorto, párroco de la comunidad de Suyapa y capellán de la entidad bomberil.
Para la lectura del Evangelio se seleccionó el pasaje bíblic
“Las bodas de Canaán”.
En su homilía Sorto reconoció la entrega, la labor y la misión
de servicio que presta el Cuerpo de Bomberos a favor de la población.
Asimismo, hizo una comparación de que esta entidad al igual que la Virgen María actúan con prontitud, ya que ellos conocen la entrega y el compromiso.
Agregó que la presencia de María en las bodas de Canaán es activa, que intercedió ante Jesús cuando faltaba el vino y que de esta misma manera actúan los apagafuegos en casos de emergencia, pues no esperan que se les llame para acudir a ellas con prontitud.
“Hay que honrar a quienes nos dan ejemplo de servicio, a quienes siempre están prestos las 24 horas del día, ellos no están con las manos vacías, sino que están atentos a rescatar vidas y salvar la nación”, expresó el presbítero, a la vez que les exhortaba: “sean inspirados por la madre que les dé un espíritu de prontitud y no de esperar”, expresó.
Sorto hizo una pausa en la prédica para pedir oración y encomendar a la protección de la Morena la vida del comandante Silva, quien cumple con una misión especial en Japón.
También pidió por el presidente de hondureños, Juan Orlando Hernández, cuya ceremonia de traspaso de mando coincide con la festividad en honor a la patrona de Honduras. “Vamos a pedir porque el presidente de la nación se ponga con prontitud en favor de los pobres de Honduras que han estado en el olvido”, apuntó el párroco.
Ofrendas
Ante la madre y reina de la tierra catracha, los bomberos jamás se presentan con las manos vacías.
Hacia ella van además de los proyectos, los aciertos y desaciertos que representan ejercer esta labor con el equipo necesario.
La Morenita recibió de parte de ellos un arreglo floral que representa a las más bellas flores, signo de la presencia de la virgen en sus hogares.
Llegaron los bomberos rescatistas, quienes orientan su misión a salvar vidas en momentos de angustia y desesperación; y los paramédicos, siempre atentos al servicio de proteger la vida de las personas que requieren su ayuda.
También el bombero voluntario, cuya labor es una muestra del que sirve y auxilia al necesitado, y el bombero infantil, que en su crecimiento y desarrollo será fuente de servicio para la protección de la naturaleza y la vida de las personas.
Pero el tributo más grande de los bomberos se verá traducida en la asistencia que brinden a los miles de peregrinos que llegan a venerar a Nuestra Señora de Suyapa.