TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El brillo de sus ojos ha ido apagándose debido a las dificultades que comenzaron a vivir cuando un equipo de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) les pidió abandonar sus hogares.
Esto debido a que el lugar donde construían sus vidas —en la colonia Villa Nueva— y el futuro de sus hijos es una zona de riesgo y el 12 octubre, durante la tormenta Julia, fueron desalojados y trasladados a albergues, en donde cumplen más de dos meses afuera de sus casas.
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Ocho es el total de las familias que hoy viven bajo la esperanza de ser apoyadas por la Alcaldía Municipal para tener una oportunidad de salir adelante.
“Queremos una respuesta, señor alcalde. Ayúdenos, por favor”, es la petición de los ciudadanos que se sienten desprotegidos al saber que en tres días deberán abandonar el Centro de Educación Básica (CEB) Moisés Starkman Pinel, su hogar temporal.
Johana Gálvez, quien es una de las afectadas, contó a EL HERALDO que su situación es penosa, pero que está dispuesta escuchar una oferta laboral para mantener a sus pequeños.
“No tenemos empleo (los albergados). Si nos dijeran les vamos a dar un empleo y mientras les pagamos una mensualidad para que puedan pagar su cuarto, con mucho gusto nos iríamos. Pero no podemos porque no tenemos a donde ir”, concluyó Gálvez.
Respuesta
EL HERALDO conoció que las autoridades de la municipalidad están planeando brindarles un pago único de mes, para que cada persona pueda buscar dónde rentar un cuarto.
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