La arcada falsa ubicada en uno de los extremos de la emblemática plaza Central fue por fin demolida.
Este proyecto que se construyó durante la administración edilicia de Miguel Pastor, para evocar inmuebles antiguos, no prestaba ninguna utilidad, mucho menos tenía valor patrimonial.
De acuerdo a informes de la Gerencia del Centro Histórico de la Alcaldía, la determinación de demoler esta fachada obedeció a las denuncias de ciudadanos que cada noche eran objeto de asaltos por inadaptados que la utilizaban de parapeto.