Tegucigalpa

Encuentro íntimo con la patrona

Agradecer por un milagro, pagar una promesa o simplemente extasiarse con su rostro, entre los motivos por los que miles de peregrinos visitan a La Soberana.

FOTOGALERÍA
04.02.2014

Cruzó mirada por cinco segundos con la efigie original de la Virgen de Suyapa y quedó extasiada en sus ojos de misericordia infinita.

Las pupilas de Veneralda Navas (68) brillaban como cristales de agua pura, ante la emoción que emanaba de su corazón agitado y colmaba sus ojos.

Intentó apresar sus lágrimas con fuerza, pero terminó por ablandarse y dejó correr los sentimientos en forma de una ligera y casi imperceptible gota por su ojo izquierdo.

“Me siento bien alegre, no sé como describirlo, pero parece que me encuentro con mi madre en el cielo”, relataba conmovida doña Navas.

Así fueron los episodios que se repitieron miles de veces durante la visita que realizaron los peregrinos a la Patrona de Honduras.

Ningún devoto quiso quedar al margen de aquel encuentro íntimo y personal, al grado que abarrotaron el sitial de honor de la Morena en el Santuario de Suyapa.

Aunque sea breve, la patrona comparte con todos y prueba de ello es que Sofía Yaquelín Izaguirre, de dos meses y medio, coincidió con Eva Gladys Zepeda, de 86 años, en el mismo acto para venerarla.

Y es que el resplandor majestuoso de la Virgen tuvo el poder de llamar peregrinos de todas las dimensiones, en un acercamiento sin distinción de edad, sexo o estado social.

Tanto es su amor por ella, que los devotos no escatiman en recorrer pedregosos trayectos y largos caminos solo por ver su rostro por cinco o diez segundos en un encuentro íntimo.

Para este año, las autoridades eclesiales abrieron la jornada de visitas desde el pasado sábado, ante la llegada incesante de fieles.

Y aunque ellos emprenden este martes su viaje de regreso, ya se preparan para regresar el próximo año en el aniversario de la Virgen de Suyapa.