La ministra de Salud de Honduras, Yolani Batres, visitó este sábado el municipio de la Villa de San Francisco para dar seguimiento al brote sospechoso de chikungunya.
Las autoridades abastecieron el centro de salud de la comunidad, ubicada a unos 55 kilómetros al este de Tegucigalpa, con 10 mil tabletas de acetaminofén de 500 miligramos y 600 frascos de ibuprofeno.
Además, se equipó a la unidad con dos mil sobres de suero y dos kits de pruebas rápidas para detectar los síntomas de la enfermedad.
Autoridades han ordenado un cerco epidemiológico en torno a este municipio de Francisco Morazán, donde hasta los carros están siendo fumigados para evitar que el virus se propague a otras regiones.
Aunque todavía no se ha confirmado científicamente que los casos sospechosos son, en efecto, de chikungunya, alrededor de mil pobladores han mostrado los síntomas de la enfermedad, que son parecidos a los del dengue.
La noche del jueves, varios pacientes del vecino Morocelí presentaban un cuadro de salud similar, lo que ha extendido las alertas.
La supuesta epidemia de chikungunya habría sido importada de El Salvador por un grupo de pobladores de la Villa de San Francisco que realizó una excursión al vecino país, donde se han registrado alrededor de 30,000 casos.
La representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Honduras, Ana Treasure, advirtió que la enfermedad se propagará al resto del país. 'Ya sabemos que hay un brote, ahorita mismo se están tomando medidas para controlar la transmisión, pero sabemos que ya teniéndolo en Honduras, es casi imposible evitar que vaya para los centros urbanos'.
El chikungunya provoca fiebre y dolor articular severo, otros síntomas incluyen dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas, fatiga y erupción cut?nea. Es trasmitido por el zancudo Aedes aegypti y Aedes Albopictu.
Supervisión de campaña
El control carretero forma parte de la intensiva campaña de prevención implementada por la alerta de casos sospechosos.
El plan incluye la fumigación de unas 1,800 viviendas del municipio, cuyo primer ciclo se completó ayer en la noche, indicó Karla Rosales, jefa regional de Salud de Francisco Morazán.
La funcionaria amplió que para hoy tienen programado comenzar el segundo ciclo, mientras que el tercero y último debe finalizar el viernes próximo.
Este tipo de acciones, así como la atención de los pacientes, fueron supervisadas ayer por la ministra de Salud, Yolani Batres, y un equipo de trabajo.
“Estamos en el campo para ver lo que está pasando (...) Por lo que hemos visto acá, más que todo es un brote de dengue”, declaró Batres.
La funcionaria basó sus conclusiones en un informe elaborado por los médicos sobre la atención a unos 340 pacientes en los últimos tres días (72 horas).
Según el informe, la mayoría de los casos corresponden a padecimientos de faringoamigdalitis con 91 enfermos, es decir el 26.7 por ciento.
El 19.1 por ciento de los atendidos (65 casos) llegaron con síndromes febriles, mientras que el 13.5 por ciento (46 personas) por cuadros de dengue, amplía el reporte.
En tanto, los médicos detectaron 19 pacientes positivos como sospechosos de chikungunya, es decir un 5.5 por ciento.
El restante 35 por ciento de los ciudadanos (119 reportes) fueron atendidos por otras causas o enfermedades normalmente registradas en el centro de salud.
Asimismo, la secretaría de Salud equipó al centro clínico con 10 mil tabletas de acetaminofén, 600 frascos de ibuprofeno, dos mil sobres de suero y dos kits de pruebas rápidas.
Paralelo al movimiento en la Villa de San Francisco, las comunidades aledañas comenzaron con sus propias actividades preventivas.
Lo anterior fue adoptado tanto por municipios de Francisco Morazán (San Juan de Flores y Valle de Ángeles) como de El Paraíso (Morocelí y Yuscarán).
Aunque trascendió el posible contagio de varias personas en Morocelí, las autoridades edilicias descartaron ese extremo, al identificarlos como casos de Malaria.
Las personas afectadas por chikungunya reportan dolores de cabeza y cuerpo, fiebre, náuseas y erupciones cutáneas, según los médicos.