Miles de capitalinos continúan pagando un “infernal” precio por una obra inconclusa en la salida al norte de la capital.
Y es que ya pasó un mes y medio desde que el alcalde capitalino Ricardo Álvarez solicitó a las autoridades del Fondo Vial el traspaso del puente a desnivel de El Carrizal y la espera se ha hecho interminable para los ciudadanos.
El paso lleva tres años en el abandono y no ha existido poder humano capaz de lograr que el Fondo Vial retome la obra, que ha sido catalogada como el monumento a la desidia del gobierno central.
Durante todo este tiempo, unos 40,000 conductores que circulan por el tramo se han visto obligados a soportar el pesado tráfico, las nubes de polvo y hasta quedar inmovilizados en las 17 cloacas sin tapadera que rodean la zona.
La “paciencia” de las autoridades del Fondo Vial y de la Alcaldía al no agilizar el proceso de traspaso es la gota que derramó ayer el vaso de los miles de conductores.
Los afectados por este estira y encoge no comprenden por qué no se retoman los trabajos si el edil ofreció los 30 millones de lempiras que se requieren para terminar la construcción.
“Pasa un gobierno y otro, seguimos en las mismas y tal parece que pretenden mantenernos en el abandono”, manifestó muy molesta Virginia Zepeda, vecina de la zona.
La negociación
Las autoridades municipales mantienen su posición de desembolsar la millonaria suma necesaria para concluir el puente a desnivel.
Miguel Ángel Tilguat, gerente de Infraestructura vial de la comuna, informó que para evitar retrasos en la ejecución del proyecto incluso propusieron que se mantenga el contrato con la empresa constructora Santos&Compañía y la supervisora, la Asociación de Constructores e Ingeniería (ACI).
“Nosotros planteamos esta alternativa para evitar una nueva licitación que solo atrasaría el proyecto unos cuatro meses, pero aun así no sale humo blanco de parte del Fondo Vial”, increpó.
Por su parte Hugo Ardón, director del Fondo Vial, aseguró que ya se ha reunido con los representantes de las compañías ejecutoras para analizar esta alternativa.
“Lo único que tenemos que solventar son algunos detalles técnicos como el medio de pago, ya que nosotros pagamos por medio del Sistema Integrado de Administración Financiera (Siafi), de la Secretaría de Finanzas, y la Alcaldía lo hace mediante cheque”, indicó Ardón.
Según el titular de la entidad dependencia de Soptravi, están en toda la anuencia de realizar el traspaso del proyecto a la comuna.
Anunció que para esta semana se prepara una reunión entre las tres partes que deben firmar el acuerdo para llevar a termino la obra.
“Llevamos más de un mes en negociaciones y no creo que tengamos que pasar por otros 30 días en este mismo proceso”, aseveró.
Aunque Ardón indicó que la negociación va viento en popa, las autoridades municipales aseguran que el proceso no avanza mucho.
Las especulaciones están a la orden del día. Hay sectores que indican que el ministro de la Secretaría de Obras Públicas, Transporte y Vivienda (Soptravi), Miguel Ángel Gámez, estaría deteniendo el acuerdo por matices políticos.
Mientras el proceso de adjudicación avanza a paso lento, los pobladores se mantienen a la expectativa de la finalización de este proyecto.
El tráfico lento es el pan de cada día de los miles de capitalinos que habitan en las colonias Altos de Santa Rosa, Brasilia, Smith y La Laguna, así como zonas aledañas.
Monumento a la desidia
Las obras en el paso a desnivel de El Carrizal formaban parte del proyecto del corredor del norte que se aprobó en 2007, en el gobierno del expresidente Manuel Zelaya Rosales.
Fue hasta 2008 que los trabajos comenzaron. Las compañías que ganaron la licitación en ese entonces fueron la constructora Santos&Compañía y la supervisora ACI.
La obra cuya ejecución tardaría seis meses, a la fecha cumple 39 meses paralizada.
El costo total del proyecto era de 120 millones de lempiras, fondos que serían desembolsados por el Estado. Sin embargo, el gobierno solo pagó 90 millones de lempiras.
Los 30 millones de lempiras restantes son precisamente los fondos requeridos para concluir el puente a desnivel abandonado.
Las obras pendientes consisten en la construcción de dos estribos de 400 metros, unos 300 metros de pavimentación pendientes, una rotonda y obras complementarias como aceras, calles, bordillos y la señalización del tramo.
Las autoridades municipales aseguran que ellos financiarían la conclusión del proyecto con el excedente de 50 millones de lempiras que quedó en las arcas municipales de las licitaciones en programas de bacheo en la ciudad.
Las cartas están lanzadas y el acuerdo permanece en pláticas, mientras los capitalinos de la zona norte de la capital pagan con creces y a diario el lento avance del traspaso de la obra.