La disfunción eréctil es una de las patologías sexuales más frecuentes. En las que no solo sufren ellos, sino también sus parejas, ya que es un problema que puede desencadenar fisuras y asperezas dentro de la relación. Por ello el problema ha de ser tratado conjuntamente, porque la sexualidad, insisten los expertos, siempre es cosa de dos.
Apoyo
En España la padecen más de dos millones de hombres, siendo el 40% personas mayores de 40 años. “Es muy importante el rol que adopta la pareja”, asegura el doctor José Benítez Molina, director médico estadounidense. La pareja, dice, debe entender el problema, hacérselo ver a la otra persona y, sobre todo, acudir cuanto antes al especialista, y además juntos.
“La disfunción eréctil se solventa de una forma más rápida y más satisfactoria si es a cuatro manos”, añade María Fernanda Peraza, uróloga y andróloga.
Situación
La disfunción consiste en la dificultad para tener o mantener una erección. En el momento en el que haya, aproximadamente, entre unos cinco y 10 fracasos se debe acudir inmediatamente al médico. “Solo el 20% de ellos acude al especialista después de esperar una media de cuatro años”, lamenta el doctor Benítez.
Además, explica que no se trata oólo de un problema relacionado con la edad ya que en España, según un estudio realizado por su centro médico, el 44% de los hombres que padece esta disfunción sexual tienen menos de 50 años.
Eso sí, “a partir de los 60 años existe una prevalencia superior al 50%”, expone por su parte la doctora Peraza. La literatura científica ha demostrado que el 80%, aproximadamente, de las causas de este problema se debe a factores orgánicos (la diabetes, la hipertensión o los problemas vasculares son los principales) y el 20% restante a factores psicológicos.
En los pacientes jóvenes, aseguran, es menos probable que exista un problema físico (pero no imposible).
¿Qué hacer?
La pareja, manifiesta Peraza, nunca debe culpabilizarse y debe rechazar frontalmente pensamientos automáticos tales como “tiene a otra” o “ya no le gusto”, etc. La comunicación, dice, es clave, tanto para que el hombre se sienta apoyado y pueda liberar parte de la tensión y frustración, como para decidir de forma conjunta qué paso dar para solucionarlo.
La disfunción eréctil conlleva siempre una carga emocional importante y aparecen sentimientos de culpa o de inferioridad.
“Hay parejas que recriminan, y otras tantas, en nuestra experiencia, tienden a asumir la disfunción como propia, culpabilizándose por ello”, admite esta experta.
Así, una pareja que recrimina, culpa o incluso ridiculiza la falta de erección puede ser muy perjudicial para la resolución del problema. Tampoco culparse a una misma por la disfunción de la pareja contribuye a solucionarlo.
Medidas
Evite la automedicación y caer en la resignación. Acudir al especialista cuanto antes es lo más importante. Es necesario adoptar una actitud de comprensión, empatía y apoyo en la pareja.