TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Teniendo en cuenta que el sistema de frenos hace parte crucial de la seguridad del conductor y de quienes viajan con él, el mantenimiento oportuno de elementos como discos y fricciones debe estar en regla.
Lastimosamente, la cultura de prevención no es imperativa en el contexto actual más cercano. Entre las prisas del día a día, la sobreconfianza de algunos y las deficiencias económicas, sumadas otras razones, muchos necesitan un llamado de atención intensivo.
Primero que todo, es necesario esclarecer que de la correcta fricción que se genere en los discos de freno dependen aspectos tan decisivos como la vida y la integridad física. Es decir, estos se encargan de reducir la velocidad y lograr detener la marcha, en el tiempo y espacio suficientes para evitar una colisión u otra fatalidad.
Una forma sencilla de reconocer este tipo de necesidades es cuando el carro comienza a sacudirse en el trayecto y emite vibraciones al momento de frenar.
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Posiblemente los discos estén rayados y se requiera también reemplazar las pastillas o fricciones que permiten detener el movimiento de las llantas al adherirse a los discos o al tambor.
En otras palabras, cada vez que se hace uso del freno, las pastillas que le evitan al vehículo continuar avanzando se desgastan al igual que los discos, todo ello debido a la abrasión generada entre ambas partes.
Ahora bien, si al desmontar un neumático detectas que el disco de frenado presenta ciertas deformaciones, resulta necesario acudir a un taller mecánico cuanto antes.
Al final, el especialista determinará si el grosor de la pieza se ha reducido al grado de tener que sustituirla al momento o puede seguir trabajando un tiempo más. Y hay que tomar en cuenta que si un carro permanece parado durante varios días, el óxido comienza a aparecer en los discos de frenado, pero esto no necesariamente implica que debas reemplazarlos.
Aun así vale la pena someterlos a una inspección que, con el equipo adecuado, no te demandará más de 10 minutos por rueda.
FACTOR ECONÓMICO
Rectificar a tiempo para evitar altos costos. Bajo determinadas circunstancias, es posible restablecer la funcionalidad completa de los frenos a un bajo costo, pero al dejar pasar por alto su revisión anticipada, la reparación puede ser costosa.
Otras recomendaciones
1. Los discos de freno deberían sustituirse (aproximadamente) cada 60 mil a 80 mil kilómetros de uso, o lo que el fabricante del vehículo sugiera.
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2. Estos no deben presentar rayaduras ni coloración tornasol o azulada.
3. Una rectificación de discos de freno nunca debe exceder el 10% del grosor original.
4. El material de los discos debe estar libre de metales pesados.
5. El buen funcionamiento de los frenos depende de los hábitos de manejo del conductor y de la frecuencia de los chequeos.
