TEGUCIGALPA, HONDURAS.- No se trata de poner en tela de juicio su orgullo, seguridad o conexión con su hijo, pero es una realidad que muchos padres no conocen realmente a las personitas que tratan de educar.
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La oportunidad de identificar sus necesidades y de poder ayudarlos a suplirlas es importante para evitar que algo negativo los tome por sorpresa. Orientarlos de la manera correcta debe ser el cometido.
Muchas veces se confunden los resultados académicos con las habilidades de los niños y con sus gustos, asumiendo que ciertas características forman parte de su personalidad cuando, en realidad, aspectos errados y poco profundos parecen estar dando la pauta.
En tal sentido, la vida de los pequeños suele ser administrada con base en el ideal de los padres. Es este el que los motiva a parecerse cada vez más a sus principales modelos a seguir, incluso si hacer a un lado los propios sueños es el precio a pagar.
Sin embargo, conocer mejor a los hijos sigue siendo posible para todo progenitor responsable, siempre que se tenga conciencia de que son personas independientes y quizá muy diferentes a la idea que otros se hayan creado. Abrir la mente es preciso.
Lo principal es tener la determinación de ir descubriendo su persona interior de manera objetiva. Atender la comunicación se vuelve innegociable debido a que es muy probable que usted, como madre o padre, haya estado fallando en el intento.
Además, es importante darles el valor que se merecen, ser razonables y reconocer que su opinión y sus sentimientos valen mucho, sin menospreciar la certeza de sus respuestas por el hecho de ser niños.
El paso a paso
Los padres no son dueños de toda la verdad en torno a sus hijos, lo que quiere decir que aunque son sujetos a equivocarse, pueden hacerlo mejor. Lograrlo no es del todo complejo cuando se emplean pasos básicos como los que se enlistan a continuación:
Objetividad. Trate de ver la realidad tal cual es y no como quisiera que fuera; deténgase a observar con cuidado y escuchar sin prejuicios lo que su hijo tenga que expresar.
Apoyo. Interésese por sus aficiones, profundice en el conocimiento de estas, sean o no de su agrado. Puede orientarse con los amigos y maestros de su niño.
Preguntas. Mejorar la comunicación con ellos es indagar sobre sus gustos, opiniones e intenciones, lo que permite orientarlos mejor. Haga preguntas amistosas.
Juegos. Por medio del juego se puede lograr mucho. Este permite conectar, generar confianza y verlos en un contexto diferente. Compartan unos momentos como iguales.