TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El miedo a que las personas que le importan se marchen en cualquier momento, dejando en su interior un sentimiento de confusión, culpa o arrepentimiento, va más allá de una respuesta automática aprendida.
La infancia es un período crucial en el desarrollo humano, donde las experiencias tempranas moldean profundamente nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos.
Entre los traumas más significativos que pueden afectar a un individuo se encuentra la herida de abandono, que puede dejar cicatrices duraderas en el corazón y la mente.
Esta se origina en situaciones donde un niño percibe la ausencia emocional o física de uno o ambos padres o cuidadores principales, algo que puede manifestarse de diversas formas, como el abandono físico, la negligencia emocional o la incapacidad de los adultos para satisfacer las necesidades básicas del pequeño.
El origen
Las razones detrás de este abandono pueden ser variadas, desde la incapacidad de los padres para proporcionar cuidado debido a circunstancias externas, hasta problemas de salud mental o adicciones.
Por su parte, el impacto de la herida de abandono en la infancia puede ser profundo y duradero. Aquellos que experimentaron abandono suelen desarrollar problemas emocionales y de comportamiento, como baja autoestima, ansiedad, depresión, dificultades para establecer relaciones sólidas y problemas de apego.
Estos efectos pueden persistir hasta la adultez, afectando la capacidad del individuo para funcionar de manera saludable en diversas áreas de su vida.
Es importante destacar que la herida de abandono no solo se refiere a situaciones extremas de abandono físico, sino también a la falta de conexión emocional y apego seguro.
Incluso en entornos donde los niños reciben cuidado físico adecuado, la ausencia de un vínculo emocional deja secuelas negativas que años y décadas después siguen presentes.
Aprenda cómo sanar esta herida
Abordar la herida de abandono requiere un enfoque comprensivo y multidimensional. Esto puede incluir:
Terapia. Centrada en sanar las heridas emocionales del pasado, trabajar en la reconstrucción de la autoestima y la confianza en sí mismo.
Herramientas. Aprender habilidades de afrontamiento saludables para manejar el estrés y la ansiedad es otra oportunidad.
Acompañamiento. El apoyo de la familia, amigos, pareja y comunidad también puede desempeñar un papel fundamental en el proceso.
La experta opina
La psicóloga Diana Nicole Lozano explica que “las heridas de abandono que acumula el ser humano no siempre son recuperadas completamente, puesto que producen ansiedades, temor al compromiso, fluctuaciones en el estado de ánimo, problemas de confianza en sí mismo y en el entorno. Pero la reparación emocional dependerá de la cognición individual desde la resiliencia, el afrontamiento de los duelos y los proyectos de vida. Durante el proceso, ayudará, sobre todo, la red de apoyo”.