PARÍS, FRANCIA.- Por apenas cinco milésimas de segundo, el estadounidense Noah Lyles se impuso sobre la línea al jamaicano Kishane Thompson y pudo colgarse el oro olímpico en los 100 metros, este domingo en París.
Los dos terminaron con el mismo crono, 9.79, y tras unos momentos de tenso suspense se anunció en los marcadores que Lyles había sido ligeramente más rápido que el nuevo bólido jamaicano, que fue plata, mientras que el también estadounidense Fred Kerley, campeón mundial hace dos años, se quedó con el bronce (9.81).
La última vez que un estadounidense se había coronado en los 100 metros en unos Juegos Olímpicos había sido Atenas 2004, cuando triunfó Justin Gatlin.
La eclosión de la ‘era Bolt’ cerró el camino después y al esprint estadounidense le ha costado recuperar este honor.
Un alivio para los velocistas del ‘Team USA’, después de que Sha’Carri Richardson tuviera que conformarse con la plata en esta misma prueba el sábado, derrotada entonces sorpresivamente por la santalucense Julien Alfred.
- ANTE TODO, ‘SHOW’ -
Los festejos de Lyles, su liberación tras conocer que era el campeón, estuvieron a la altura de la tensión que se respiró en todo momento, en una final con ocho contendientes con opciones reales de medalla y un nivel extremadamente parejo.
Saltos, bailes, gestos a la cámara, abrazos en familia, el rapero Snoop Dogg festejando en la grada vestido con ropa deportiva con la imagen del propio Lyles, banderas de barras y estrellas ondeando: la noche había salido perfecta para el velocista de Florida.
Después de terminar los anteriores Juegos en Tokio con un balance de un bronce en 200 metros, lejos de las expectativas generadas, Lyles pudo ya festejar a los 27 años su primer título olímpico.
Después de deslumbrar el año pasado en el Mundial de Budapest con un triplete de títulos 100-200-4x100 metros, los que acostumbrada a lograr Usain Bolt en sus mejores años, Lyles parece decidido a ser también el protagonista de la pista en París-2024.
Lyles será claro favorito al título en los 200 metros, su prueba predilecta y de referencia, antes de los eventuales relevos con el ‘Team USA’, el previsible de 4x100 metros pero incluso podría aspirar a un cuarto con el 4x400 metros.
- THOMPSON, POR UN SUSPIRO -
Para Thompson, que al cruzar la línea pareció creerse el campeón, la plata es en cualquier caso la confirmación de su eclosión entre los mejores del esprint, donde sigue siendo el más rápido en lo que va de año con un crono de 9.77, dos centésimas por debajo del firmado en el Estadio de Francia.
Estuvo a punto de emular a su ilustre compatriota e ídolo Usain Bolt, campeón olímpico de esta prueba tres veces seguidas (2008, 2012, 2016).
Kerley, campeón del mundo en Eugene en 2022, vuelve con el bronce al podio de un gran evento, después de haber caído en semifinales en el Mundial del año pasado.
A apenas una centésima del podio se quedó el sudafricano Akani Simbine (9.82).
El italiano Marcell Jacobs, campeón olímpico por sorpresa hace tres años en Tokio, se quedó esta vez en el quinto puesto, con un tiempo de 9.85.