Entre los que pretenden liberar y enviar a sus casas con medidas sustitutivas hay menores de edad involucrados en horrendos crímenes, además de asociación ilícita, extorsión y asesinato de transportistas
Interventora, sin mayores resultados en el control de las cárceles
Expertos coinciden en que interventora debe aplicar medidas drásticas, porque todavía no se ven resultados concretos en el sistema penitenciario de Honduras
El 10 de abril recién pasado, el Poder Ejecutivo nombró una Comisión Interventora que tiene como objetivo recuperar el control de las cárceles, cuya gobernabilidad está en manos de los criminales.
mié 14 de junio de 2023 a las 14:40
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TEGUCIGALPA, HONDURAS. Las cuatro prisiones más grandes y conflictivas de Honduras siguen bajo el control del crimen organizado, las maras y las pandillas a 65 días que la presidenta Xiomara Castro nombrara una Comisión Interventora con el fin recuperar el orden y la gobernabilidad en los centros penales.
Para el abogado Oliver Erazo, esta intervención resultó un tremendo fiasco. “Lastimosamente y para el dolor de todo el pueblo hondureño, es un rotundo fracaso”.
¿Cómo puede hablarse de éxito si los puntos intervenidos o en intervención siguen enfrentamientos armados. “¿Qué explicación tiene eso?”, cuestionó.
“Mire, qué interesante. Ese es un centro penal intervenido (Ilama, Santa Bárbara), imagínate los que no están intervenidos; ahora como estamos en las colonias, los barrios, las aldeas y las ciudades”, cuestionó Erazo.
Él es del criterio que el Poder Ejecutivo debe tomar decisiones realmente seria y extremadamente duras para el sistema penitenciario y los privados de libertad, sobre todo para aquellos que son parte del crimen organizado, de las maras y pandilla. “Hablo de dureza, real, material y efectiva”, precisó.
Erazo recomendó que como mínimo copien, “aunque sea mal copiadas”, las diferentes facetas de seguridad que está aplicando El Salvador para lograr el punto de paz y tranquilidad en la ciudadanía y en los centros penales.
“Que no les de pena copiarlo, porque lo que están haciendo aquí es un fiasco rotundo”. Lo que está produciendo es miedo en la población y sobre todo creando una percepción sumamente dañina de que el crimen organizado tiene más fuerza, más logística y más poder que el Estado mismo.
“Lo que estamos haciendo es revolviendo el atol chuco, sabemos que está chuco y lo seguimos revolviendo, no lo cambiamos”, ironizó, sugiriendo al mismo tiempo que para empujar los cambios se requiere de gente experta en el tema de criminalística, criminología, sistema penitenciario, realmente probada; no gente que llegue a inventar.
La presidenta debe ordenar y hacer uso de su poder para nombrar a las personas con perfiles idóneos e inmediatos. En una semana se debe ver la mano dura y el orden del estado en un centro penitenciario, en una aldea, y las demás facetas del plan de seguridad para llegar al objetivo macro se van complementando, “pero ahorita no estamos consiguiendo objetivos ni medianos, ni inmediatos, manifestó Erazo.
La interventora y sus acciones
Para imponer el orden en los centros penitenciarios, el 10 de abril, Castro nombró a la viceministra de Seguridad Julissa Villanueva al frente de la interventora.
Ocho días después, en conferencia de prensa, la funcionaria anunció diez acciones para rescatar el control de los presidios. Entre las medidas anunció un desarme de los presos, mediante requisas y uso de tecnología, pero horas después extrañamente pidió a los reos que entregaran voluntariamente las armas.
Lejos de deponer las armas, y desafiando a la autoridad, los presos en los últimos 65 días han realizado al menos cinco balaceras dejando como resultados dos muertos y una treintena de heridos. Para conocer los avances y obstáculos que ha tenido la intervención, EL HERALDO le solicitó mediante mensaje vía whatssapp una entrevista a Villanueva; ella vio la solicitud, pero no respondió; tampoco contestó las llamadas telefónicas que se le realizaron.
Lo que se sabe del trabajo de la interventora es lo que su titular postea en su cuenta de Twitter, lo que se publica en la página digital de la Policía y lo que algunas fuentes en las prisiones dan a conocer de forma confidencial, como las dificultades que ha enfrentado Villanueva para poner sus cuadros al frente del Instituto Nacional Penitenciario (INP) y el cambió de la directora del Instituto Nacional para la Atención a Menores Infractores (INAMI),
El 23 de mayo la Inventora lanzó en la cárcel de “El Pozo”, ubicada en Ilama, Santa Bárbara, la operación refundación penitenciaria que consistió en la realización de requisas en busca de armas en el centro penal de Ilama, Santa Bárbara, aunado a ello la desconexión de aparatos que tenían los presos para acceder a llamadas por telefónica móvil e internet.
“Nuestro actuar cumplirá el objetivo de la misión dictada por nuestra presidenta “XiomaraCastroZ continua la operación refundación penitenciaria I en Ilama Santa Bárbara #desarme y recuperación de la gobernanza”, posteó Villanueva el 26 de mayo de 2023, acompañando su texto con un video y las armas encontradas en aquella prisión.
Asimismo, expuso en la red, la operación de búsqueda de artefactos donde se podían ver a policías rompiendo paredes y piso para encontrar las caletas donde los hampones esconden las armas automáticas, los teléfonos móviles y droga. En esta accion también se desbarataron las antenas que daban acceso a comunicaciones vía Internet.
A pesar de la confiscación de armas y hasta granadas de fragmentación en este penal- las cuales fueron mostradas por la Policía- los artefactos automáticos y semiautomáticos siguen en manos de los criminales internos a tal extremo que en una burla y en un desafío total a la autoridad, el lunes reciente, las desenfundaron ejecutando una nueva balacera, esta vez sin víctimas de ningún tipo.
Aunque en las otras cárceles como la de “La Tolva” en Morocelí, El Paraíso; la de El Porvenir, en la comunidad de Siria, Francisco Morazán; la Penitenciaría Nacional y su módulo de máxima seguridad, no se ha registrado ninguna acción de intervención, los presos armados se han replegado, aunque según fuentes a lo interno, continúan manteniendo sus autogobiernos.
Otras acciones de la interventora conocidas a través de la red es la reparación de uno de los detectores de metales y la vigilancia área a través de drones, la suspensión de visitas y las pláticas con la Corte Suprema de Justicia para liberar a ciertos presos y así descongestionar ciertas cárceles.
A esta fecha la situación de los penales sigue siendo crítica, a tal extremo que hace unos días un comisionado general de la Policía tuvo que salir corriendo de una de las prisiones, luego que los pandilleros y mareros lo increparon diciéndole: “Usted sabe cómo está la situación aquí. ¿Qué andas haciendo? Es más, pásale el mensaje a la presidenta que si quiere evitar muerte entre nosotros saque a los 18 a La Tolva, o nos pasa a nosotros”.
Ante el asedio, el general huyó, reveló una fuente a este medio.
Una acción drástica
De acuerdo con el defensor de derechos humanos Leonel Casco, la problemática de las cárceles es histórica.
Recordó que desde los años 80 ya se hablaba del hacinamiento, el manejo de negocios irregulares, la corrupción de las autoridades penitenciarias y luego viene el control que ahora mantiene el crimen organizado, lo cual requiere de una voluntad más profunda del Estado para sanear el sistema y transformarlo.
Ante los resultados mostrados de la Comisión Interventora, que no ha logrado rescatar el control de las prisiones, Casco considera que es necesaria una acción drástica del Estado para impulsar un cambio verdadero. Ya se probó con los militares y todo fue un fracaso, con los policías, los políticos y las intervenciones, cuando lo más conveniente es pasar al desarrollo del INP.
El que no se haya recuperado todavía el control de las cárceles “es una evidencia de que el Estado no está preparado para administrar de forma objetiva, racional y profesional los centros penales, pareciera que no se ha valorado la necesidad de crear carrera en ese campo. No puede ser que se estén haciendo intervenciones, cambios de directores, rotando personal y siempre sigue pasando lo mismo”, reflexionó.
Lamentó que las requisas que se dieron en la cárcel de Ilama, donde los policías aparecían con detectores de metales y piochas rompiendo paredes y piso, “se lo digo con propiedad, fue más el show, buscando llamar la atención, como la acción que hizo la ATIC en el estadio”, lamentó.
Según Casco, ese acto en la cárcel de Ilama y a los pocos días una nueva balacera, solo revela el nivel de corrupción que hay en el personal de los centros penales, la falta de supervisión y controles reales a lo interno de los presidios y la capacidad de la Policía Nacional en una responsabilidad dada que no es de su competencia.
Este defensor de derechos humanos pidió a los interventores actuar de forma más transparente, rindiendo informes a la ciudadanía cada quince días, sobre las acciones implementadas, los resultados y los obstáculos encontrados y así ir recuperando la confianza de la ciudadanía y de las mismas personas privadas de libertad.
Aplazados
“Si me pidieran que califique de uno a cien la intervención en los centros penales, los aplazo”, es que sus resultados son muy pobres porque no han buscado las herramientas pertinentes y científicas para hacer el trabajo, señaló el criminólogo Reynaldo Rubio.
Para él, es una interventora nombrada bruscamente, cuyo labor no ha tenido un mayor impacto. Se debe recordar que la intervención es temporal, por lo tanto si quienes la dirigen no tiene el cerebro del que va a empezar a canalizar el nuevo sistema penitenciario, entonces en nada está.
Las requisas han sido infructíferas. Está comprobado que una vez los policías se retiran de los recintos los criminales sacan sus armas automáticas y disparan ráfagas. ¿Quiénes tienes esas armas? ¿Por qué no encuentran las caletas? ¿Dónde está la inteligencia policial para detectar quién realmente está detrás de esas balaceras y matanzas?, se preguntó el criminólogo.
Por otro lado, no se ha planteado la escuela de preparación de custodios, no se ha hecho un cambio del plan de estudio de formación de estos muchachos para que salgan preparado en manejo de centros penales y rehabilitación del delincuente. Nada de esto se ve por el momento.
El problema es que en la intervención de instituciones conflictivas se nombran a persona políticas que pueden tener una buena intención, pero carecen de conocimiento. “Si usted ve en la lucha por el control de las cárceles, no se han movido a los reos problemáticos ¿por qué será? Porque las estrategias y los lineamientos o el plan de trabajo de la comisión interventora no existe”, criticó.