Camiones morgue, otro fracaso como los hospitales móviles

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las morgues móviles no deben estar estacionadas en un solo punto, sino desplazarse a la mayor cantidad posible de lugares para evitar que las familias se movilicen hasta Tegucigalpa o San Pedro Sula a reclamar cuerpos.

Así lo consideraron expertos luego que la Unidad de Investigación de EL HERALDO Plus revelara que este equipo forense, adquirido hace 10 años a un costo de casi 20 millones de lempiras, ya presenta deterioro, tiene poco uso y permanece instalado en un solo punto.

Además, una serie de factores se conjugan para que alcancen rápido el penoso destino de convertirse en chatarra, alertó el experto en medicina forense, Denis Castro Bobadilla. No reciben mantenimiento, no se estudiaron todas las necesidades para su funcionamiento y la compra fue vía directa.

En ese sentido, Bobadilla no reparó en calificar la adquisición como “monumentos a la corrupción”. El espejo de este caso está en los proyectos de hospitales móviles y las casas contenedores, comparó.

Merece recordar que en 2014, el Comité Técnico del Fideicomiso (CTF) de la Tasa de Seguridad adquirió para la Dirección General de Medicina Forense (DGMF), cinco morgues móviles, dos clínicas móviles y un contenedor para 16 cuerpos.

Este proyecto surgió, según la versión que conoció Bobadilla, de las primeras compras directas que se hicieron con fondos de la Tasa de Seguridad Poblacional, a propuesta de un exministro de Seguridad.

No obstante, aclaró que las morgues móviles se utilizan normalmente en investigaciones realizadas en lugares de difícil acceso, es decir, deben ser movilizadas, no estar estacionadas en un solo punto.

Con el costo de cada unidad comprada, que superan los tres millones de lempiras cada una en el caso de las morgues móviles más grandes -según constató EL HERALDO Plus en los contratos de compra-, se hubieran levantado pequeños establecimientos forenses en las cabeceras departamentales de Honduras con mayor necesidad, consideró.

En ese sentido, el Ministerio Público hubiera equipado en los municipios Choluteca, Choluteca; Gracias, Lempira; Santa Rosa de Copán, Copán; Santa Bárbara, Santa Bárbara; Puerto Cortés, Cortés; Juticalpa, Olancho; El Progreso, Yoro; entre otras.

El mecanismo de adquisición también genera dudas: una compra sin licitación y sin objetivo, que “es otra forma de corrupción”, sentenció Bobadilla, porque para que funcionaran de manera óptima se debieron prever todas las necesidades.

Por ejemplo, para estar en un lugar debe estar conectada a un servicio de aguas negras y de agua potable, ya que ninguna morgue móvil deben ser utilizada a menos que hayan condiciones supranecesarias, como la matanza ocurrida en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS).

Indicó que sería dantesco ver chorrear sangre de esos carros cuando se hacen autopsias, por lo cual deberían ser como los aviones: cuando llegan al aeropuerto se acerca una máquina con una manguera que se instala en el reservorio del avión para retirar todas las aguas negras.

Pronosticó que las morgues móviles se convertirán “en chatarra” al igual que lo ocurrido con los hospitales móviles y las casas edificadas en Lomas del Diamante, al sur de la capital.

Es exactamente como esos proyectos “que compraron un montón de furgones y ahí están botados, o como el proyecto de Ciudad Mateo, que son monumentos a la corrupción”.

Explicó que el deterioro de las unidades forenses se produce porque, en primer término, la sangre es un irritante de los metales, debido a que produce óxido de reducción y la estructura no es de aluminio, así que se daña.

Cuándo se instalan en un solo punto dejan de ser móviles y pasan a ser morgues fijas. Con el tiempo se van deteriorando -por su material metálico- hasta ser corroidas.

Sentenció que la mala planificación provoca que se desarrollen proyectos que no reúnen las condiciones necesarias, como la construcción de la morgue contiguo al Hospital Escuela.

Castro Bobadilla señaló que ese edificio no tiene opción de crecimiento y tampoco está ubicada de acuerdo a los requerimientos. Por ejemplo, Costa Rica, construyó una unidad forense dentro de un perímetro boscoso y hay prohibiciones de la alcaldía de edificar construcciones habitacionales en cinco kilómetros a la redonda.

Por su parte, la extitular de Medicina Forense, Julissa Villanueva, declaró a la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus que el proyecto de modernización forense del 2014 fue financiado primero por fondos de Tasa de Seguridad.

En un principio se contempló una inversión de 250 mil dólares, unos seis millones de lempiras, sin embargo el expresidente Juan Orlando Hernández aumentó el fondo a casi un millón de dólares más, más de 20 millones de lempiras.

De esta manera, se adquirieron cinco morgues móviles, tres grandes dotadas de cuarto frío y dos pequeñas, así como dos clínicas móviles, dos carros 4x4 equipados para exhumación y un bus para balística dotado de microscopio balístico con un equipo láser para trayectoria. Este último es utilizado para cargar combustible, según fuentes de la DGMF.

Además, se compró una moto y un carro Corolla Sedan gris, por lo que la compra total fue de 11 automotores y una motocicleta, detalló Villanueva.

Defendió que las morgues y clínicas móviles son un proyecto de justicia social que generó un acercamiento de la pericia médico forense a la comunidad.

Explicó que algunas se dejaron fijas, no para que se fundieran, sino para que las movieran en las regiones citadas.

Por ejemplo, estaba el caso de Yoro, por la alta violencia en los municipios de Morazán, Yorito y Olanchito.

Por la situación conflictiva en el agro y generada por el narcotráfico en el Bajo Aguán se asignó otra en Tocoa, Colón.

Con el equipo se podían resolver grandes casos, aseguró Villanueva, señalando a la vez que las estadísticas que proporcionó la Oficina de Transparencia del Ministerio Público están subvaloradas.

Señaló que esa inversión fue una gestión del gobierno central que la Fiscalía nunca valoró, pues no contrataron los motoristas de licencia de conducir pesada ni los médicos ni técnicos.

Sentenció que en Honduras no valora los esfuerzos de proyectos extraordinarios que, en su momento, solo tenía Guatemala, México, Colombia y Estados Unidos.

Afirmó que “las nuestras (morgues móviles) fueron confeccionadas en Guatemala y eso permitió que con ese mismo millón de dólares pudiésemos comprar uniformes, gabachas, pintar fachada de edificio y comprar seis cámaras de fotografía”.

Por su parte, las autoridades del MP defendieron en declaraciones a este medios que los equipos sí se están utilizando de acuerdo a las necesidades de Medicina Forense, además de recibir el debido mantenimiento.

El licenciado en criminalística, Juan Francisco Maradiaga, declaró que las morgues móviles históricamente se han utilizado cuando se registran desastres provocados por fenómenos naturales y muertes múltiples exageradas.

Indicó que estas morgues deben estar equipadas con sistemas de refrigeración para tardar el estado de descomposición de los cadáveres y, al mismo tiempo, deben tener un espacio específico para el análisis del cuerpo, es decir, la autopsia como tal.

En Honduras, con estas unidades se podrían minimizar gastos de la familia de las personas fallecidas que se desplazan a reclamar cuerpos a otros departamentos. En ese sentido, se deben ubicar en puntos estratégicos, es decir, en las zonas con alto registro de homicidios.

Por ejemplo, si repuntan los homicidios en Danlí, El Paraíso, se puede tener una morgue móvil en el sitio, para bajar la carga en Tegucigalpa y se evita el gasto de traslado a los parientes.

Recordó que a Tegucigalpa llegan los cadáveres de fallecidos en Comayagua, Intibucá, El Paraíso, Olancho y de otros departamentos de la zona central, oriental y sur. Estos cuerpos son transportados en patrullas de la Policía Nacional, vehículos de la Fiscalía o unidades militares.

Pero una vez que se hace la autopsia, la familia debe ver cómo se lleva el cadáver para el lugar de origen por la falta de cobertura de Medicina Forense.

Maradiaga criticó que las autoridades no desplacen las morgues móviles a otros puntos, sino que están fijas y consideró que si están cerca de los hospitales se debe a que no tienen capacidad de guardar y congelar cadáveres.

Comparó que si estas unidades tuvieran todo lo necesario para hacer la autopsias no se hubieran transportado cadáveres de los centros penales, porque en la misma zona se hubiera realizado el procedimiento forense.