TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A través de su cuenta de X (antes Twitter) el subsecretario de Prensa Carlos Estrada, salió a desmentir su supuesta detención por presuntamente conducir en estado de ebriedad.
“El día de ayer (lunes 25 de septiembre) tres policías de la patrulla 460 de la Policía Nacional, de manera violenta, me sacaron del vehículo en el cual me encontraba estacionado” inició explicando Estrada.
Además, el funcionario negó que se encontraba en estado de ebriedad y afirmó que los elementos policiales lo golpearon. “Fui esposado y una vez inmovilizado, recibí patadas en el piso”.
Estrada, reconoció que respondió de manera informal, pues las autoridades se negaron a escuchar sus motivos. “Les reclamé por la forma errada de su proceder pero no escucharon razones”.
Por otro lado, Estrada mostró agradecimiento a las personas que lo apoyaron ante esta situación. “Me encuentro bien, y agradezco los mensajes de solidaridad. Vamos a seguir nuestra labor de denuncia” concluyó.
Más tarde, Estrada colocó otra publicación en la red social X, donde continuó asegurando que fue víctima de brutalidad policial.
“El informe policial está falseado por completo, después de que me golpearon se dieron cuenta de mi cargo, y ahí se pusieron nerviosos y quisieron calmar la situación. En ningún momento me hice pasar por policía, es absurdo”, agregó.
Además, agregó que los policías a cargo de su captura “obligaron” a una agente a redactar el informe donde se le inculpa.
“Quienes condujeron la operación obligaron a la agente policial González a redactar el informe dictado por ellos. Ni entre ellos se ponían de acuerdo”, aseveró.
¿Qué dice el informe?
El informe de la Policía al que se refiere Estrada refiere: “Nos percatamos que efectivamente estaba bajo los efectos de bebidas alcohólicas conduciendo un vehículo y se le pidió que se bajara del vehículo, se resistió y nos habló con palabras (soeces) como ser ‘hijos de puta’, ‘mediocres’, ‘sicarios’, ‘ignorantes’, por lo tanto se procedió a hacer uso de la fuerza necesaria respetando todos los derechos plasmados en la Constitución de la República del uso de la fuerza”.
Luego, dice que procedieron a ponerle las esposas y lo trasladaron a la estación policial ubicada en el barrio El Manchén de Tegucigalpa. Más tarde fue liberado.
El escándalo en el que se vio involucrado el funcionario ha causado diversas opiniones en redes sociales y por parte de varios sectores políticos que cuestionan su proceder.