TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con el nuevo corte en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y en los peleados cargos de fiscal general y adjunto, soñamos el fin del chanchullo viendo tantos estirados y tirados del cielo. ¡Caerán fatuos de traje y de encaje así sean del sitial! Engrillarán capos, corruptos y pandilleros que avivan el silencio, la huida o la muerte sistemática de jueces, fiscales, policías y militares. Adiós a la orgía legalizada. ¡Bravo!
La “narcodictadura de JOH” sigue viva dicen los beatos, falseando de que “el pueblo gobernará”. CSJ, Congreso y Ejecutivo a los pies del gentío; coro de loros para un dominio total. Su lema: “fuera patricios” del reñido corral. Desde el trono gritan no más tráfico de influjos pagando picos que hunden a colegas estorbos para lactar el ego de los reyes de turno. Así articulan los malvados.
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INVERSO
Las arengas varían al asomar sus teatros de codicia. “Tarifados”, lo que tanto lidiaron, lo acepten o no, ya gozan del refugio y amparo presidencial; los más odiados también ¡Suerte camaleones! ¿Lo sabían? Ministros, abogados, fiscales, policías, militares, comerciantes con finos regalos y todo servil útil a sus prietos deseos portan libreto para el concierto judicial. Se venden tersos siendo perversos.
En pasillos de intocables políticos y bolsistas hay agites. Vibra el bulevar Los Próceres y otras curvas al ojear los brincos de a metro y oír los gritos sin control del amo por controlar todo. Por su caída pide masa (8) de sus fieles, que se le cuadren a cercano, mediano y largo plazo sin aplazo. Los prefectos irán con flores y estrellas. En el plato del chanchullo tal vez cae uno tuyo. ¡Te amo, capullo!
Si bien más adelante se comerán al fiscal general y adjunto, el pastel primario y en riña para bajar las violentas aguas adictas y de avaricias íntimas es, por ahora, los puestos en la violada CSJ cuyos ungidos solo deberán acatar, cumplir los recados que podrían, léase bien, podrían, darle vuelta, a paso corto y seguro, al estamento nacional. A rubricar los piques y caprichos del pasado.
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LOTE
Muchos nombres y apellidos para quince bendecidos de los bandidos, incluye lote de unos tres mil jueces nacionales (removidos, purgados o retirados), y los galanes y plebeyas para las Cortes de Apelaciones. ¿Talento y estabilidad?, es para ilusos. El patrón no piensa, ni siquiera en sueños, sufrir más de una década para perder su vigente y solapado señorío coronado con la rica argolla legal.
Sabe que su derribo, sucedió, en parte, por no domar -en 2009- lo que busca hoy, bajo mil ardides, sujetar con micos y pericos. El plantel lo tiene a la vuelta de la esquina; sin temor a herir escamas ni a errar como pinche mortal de las letras, ser el cantinero (tras chasis) de la nueva gruta que resista, por lo menos, dos ciclos, montar una regencia con pinta y olor a democracia a su gracia para desgracia de la aristocracia. Alejen ansias, son meras y tontas cavilaciones personales.
La línea es que todos, propios y extraños, se alineen a las coordenadas de la Junta Nominadora (con aplanadora y calculadora) para ofrendar un corte legal al son del trono. El mando, como todos, tiene parajes para crear grupos de choque de su mismo credo que afinen los cambios ansiados, tapados y que serán lenta y finamente gritados, entre sustos de rivales divididos y sin crédito.
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BRAVO
Los más agrios grupos de cultos, aunque no caigan en la CSJ, gozarán de un manjar jurídico bajo el canto populista que “el pueblo ganó”, así viva de comer salteado y de pedir prestado a los nuevos oligarcas. El patrón anda en campaña, de rincón en rincón bajo la sombra de Paty y su pequeño Napoleón, por eso está peleón ganando mucho terreno en hilo de terreros.
Si JOH está activo por estos lares con su “narcodictadura”, como juran los actuales, el peleado y apetecido Poder Judicial será milagroso, imparcial, sin mimos para nadie ni para los vecinos de la patrona. Caerán, intuimos, esos y esas que hablan derecho y andan torcidos. Nadie estará por encima de la ley mientras los de abajo -soñándose en el poder- tendrán, por fin, como así lo exigieron, a sus verdugos justicieros.
El afeite transforma las masas, es el mejor antídoto para asfixiar a la enclenque oposición y barrer con toda voz disonante contra el “comandante”. ¿Tocará callar, irse o recibir plomo? El tiempo y las mañas hablarán.
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