Siempre

Artículo de Octavio Carvajal: 'Milagrosos”

Con José Manuel Matheu y Suyapa Figueroa en el Congreso, adiós a las penurias hospitalarias. Cero corrupción y golpe mortal a la pandemia

11.07.2021

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- ¡Llegó el fin de las penurias y de las injusticias! “Doctores” de varias ramas académicas van para diputados, alcaldes y regidores por la Alianza de Salvador Nasralla.

Según juran, los corruptos irán a la cárcel. Mudarán el Congreso Nacional en justo y cero lujos. Adiós a dos plazas para médicos y maestros faltistas. No más pactos amañados. ¡Se hizo el milagro!

VEA: El artículo de Octavio Carvajal: “Inyección”

Parece burla, pero los cachos están de correr. Galenos, ingenieros, abogados, arquitectos y otros entre cola de sabios saltaron hacia Nasralla —se pusieron camaleones— al verse burlados en otros partidos con el voto en las frescas elecciones primarias. Si este casorio marcha y ganan curules y juntas ejidales, seguro caerán delincuentes grandilocuentes.

Unos(as), muy loros, se dicen “mágicos”, “antídotos” para el caos en hospitales rellenos de reveses de antaño. Hoy, se eximen de todo sabiendo de su mudez pasada, adrede o no. No nos crean tontos viéndose vivos al asomar las votaciones. Con décadas en clínicas, escuelas, colegios, “edificando carreteras”, ¿nunca vieron o firmaron millonarias compras y contratos amañados? Ciegos, sordos y mudos.

Troncos

La nación al revés por quienes la ofertan y la ponen derecho siendo de cunas torcidas. Claro, las nuevas proles ignoran que muchos de ustedes tuvieron o gozaron cargos en Salud, Educación y en obras irreales desde las regencias de Carlos Roberto Reina. ¿Recuerdan cuando rendían pleitesías a sus amos por amor a la chamba de ministros o porque iban raja y raja por debajo de la mesa?

ADEMÁS: Artículo de Octavio Carvajal: “Odiado” y “amado”

Su suerte y nuestro tuerce es que tarde o temprano caen en los mismos o mejores cargos que en el pasado se pasaron mil picardías por el arco del triunfo, desvalijando a las mayorías, haciéndose ricos en un santiamén, engavetando —a su gusto— soplos de corrupción por comprar pinches jeringas, lápices, piochas. Eran y serán igual que todos, camareros de ricachos.

Vivos

¿Nuevas criaturas? ¡Por favor! Buen grupo de estos(as) que se idean “buenos”, de ser látigos contra la peste, son lobos con piel de oveja; vienen de robar, de mentir, de pronto hasta de matar en gobiernos podridos. Se están valiendo del dolor y la postración general vendiéndose “perfectos, cristalinos, justos” si son otra tropa de dañinos, ambiciosos, mentirosos, solapados y altivos.

+Cuando cae la noche, los artistas hablan con el silencio

Los hospitales, escuelas, colegios y gran parte de las carreteras son zonas de guerra hace décadas; que el coronavirus y los huracanes los remataron y nos hundieron a todos sí, pero que vengan de engreídos a opinarse divinos, caídos del cielo, purificadores, expertos inequívocos de reconstruir, de levantar el país a lo “milagroso” es un acto de meros charlatanes que ponen cara de mártires y se hartan del Estado. ¡Váyanse al carajo!

Estos “diáfanos” son matemáticos en la llanura, ya en lo público aseguran que diez por diez son diez mil millones repartidos según el tamaño del cliente y del patrón. Las cifras que eran de cuchara rebalsan en sus gigantes cucharones. Nada cambia con parlanchines de cafetín. Por mucho afeite que pongan a sus rostros “sufriendo” por los haraposos, mienten una y otra vez.

Rapiñas

Es totalmente injusto que, jurándose “justos”, repiquen que hospitales y centros educativos están en coma, colapsados si todos(as) se han hecho los idos pateando su encargo humano. Con dos plazas, el cheque, aunque llegue atrasado, jamás les ha faltado. En cambio, las camillas, las medicinas, los cuadernos y los pupitres faltan por “alimentar” caprichos de buitres vestidos de palomas.

En San Pedro Sula, Tegucigalpa, La Ceiba, Santa Rosa de Copán y Choluteca de muestras, médicos y docentes lloran por todo y poco aportan pues importan más sus sueldos, sus prebendas.

DE INTERÉS: Artículo de Octavio Carvajal: Un país sin salvador

Si realmente “aman” esta tierra, como así se venden en su cansada labia, nada mal sería que se den un “paseo” por La Mosquitia y otros sitios inhóspitos para atender clínicas y escuelas. Veremos si aguantan.

Les vendría muy bien caminar kilómetros y kilómetros en sus calles de herradura por los enormes robos en la infraestructura. Con o sin zapatos muchos “académicos” no conocen la pobreza ni en pintura, de esa que usan para fingir y mercarse ahora como “políticos” caritativos, enemigos de los abusos y de la corrupción. Ustedes no son lo que dicen. Apenas toquen el Congreso o el trono, se les caerá la careta, son más de lo mismo, recaderos de poderosos y no milagrosos.

Rico

Por “méritos” legislativos del pasado, médicos y maestros pueden ser diputados o alcaldes sin perder dos salarios, tendrán tres sin revés.

Hoyo

Se exige cambios sustanciales a todo nivel, pero nada ni nadie nivelará el caos porque los deseados pesos y contrapesos son medio perversos.

Casos

Unos “médicos” critican la ruina sanitaria y hace unos veinte años ponían flores a compras de equipos viejos y remedios vencidos.

Justos

Si aún hay carreteras sin construir desde el huracán Fifí, los nuevos diputados seguro engrillarán a militares y a los ladrones de la Conadi.

Falsos

Todos sin excepción han vivido de vivirse al gentío. Remiendos por aquí, coloretes por allá para robarse el pisto hablando de “cristo”.