Tegucigalpa, Honduras
Es un desarrollador del arte y la cultura de Siguatepeque.
Nacido en el seno de una familia humilde, tuvo que aprender varios oficios para ayudar a la economía del hogar, pero su deseo por conocer de la historia e identidad de los pueblos que lo rodeaban lo llevó a convertirse en un promotor de la cultura nacional.
Walter Ulloa apenas logró cursar el tercer grado de primaria, pero hoy no es solo un personaje multifacético de Siguatepeque, sino un gestor cultural que promueve el arte en su querido municipio.
En la vida le ha tocado hacer de todo. Desde zapatero, albañil y experto en la elaboración de petardos.
“A los ocho años empecé a vender tortillas, luego fui acólito en la parroquia San Pablo hasta los 27 años, para 1984 trabajé en zapatería y otros oficios hasta que en 1994 fui coordinador del consejo local de la campaña del fallecido expresidente Carlos Roberto Reina y luego trabajé en la alcaldía”, explicó Ulloa.
Un personaje sin igual
Ulloa es un autodidacta que, desde 1991 ha publicado once libros, entre compilaciones, investigaciones e historia local y religión.
Entre sus trabajos más destacados están “Homenaje a Rubén Darío”, “Desarrollo de la cultura en Siguatepeque” y “Desarrollo integral y sostenible del municipio de Siguatepeque”.
En el tema religioso se cuentan obras de su autoría como “Tiempo de Cuaresma y meditación”, “El padre Juárez, hombre de Dios y hombre del mundo” y, en el tema político ha escrito trabajos como “Recopilación histórica del liberalismo en Siguatepeque” y “Metamorfosis de un político”.
La historia local de su tierra natal está plasmada en libros como “San José de Siguatepeque y sus gobernantes”, “Meámbar, descubriendo su historia”; “Genaro”, un libro que relata la historia del emblemático Instituto Genaro Muñoz Hernández y el líquido vital, que trata sobre la experiencia de la municipalización del agua en Siguatepeque.
“Se me ocurrió escribir sobre historia del liberalismo en Siguatepeque y terminé entrevistado a diferentes personajes locales e internacionales y desde allí me nació la inquietud de seguir escribiendo, ya que escribía editoriales para Centro Radial (radio local)”, expresó.
Después de publicar su primer libro, el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) lo capacitó para escribir sobre historia local.
“Allá me fui dando cuenta que la historia estaba en el cementerio, en el mercado, en las casas, en los libros y me ha servido, al grado que me nombraron coordinador de la Asociación de Historiadores Locales y Regionales de Honduras”, puntualizó.
Este escritor autodidacta comenzó a plasmar sus historias con lápiz y papel y con las ganancias de sus primeras publicaciones se compró una computadora.
Fue coordinador de la Asociación Cultural de Siguatepeque, donde afirma que realizó grandes cambios. “Con el apoyo del exalcalde Eduardo Oseguera logramos que se aprobara el primer documento de política pública en el municipio de Siguatepeque sobre el tema cultural”.
Ha organizado simposios, encuentros literarios y una exposición de escultura en piedra en la que reunió a artistas de Honduras, Italia, Argentina, España y El Salvador.
Para Walter Ulloa promover el arte y la cultura en los municipios del departamento es una labor voluntaria.
Afirma que es necesario vincular el tema turismo con el arte y la cultura, como nuevo polo de desarrollo de los municipios. “Los políticos no apoyan la cultura porque no genera votos”, dijo en tono crítico.
Tiene un programa de televisión y otro de radio donde emite pensamientos críticos sobre la realidad y temas sociales de su querida Siguatepeque.