Al menos tres altos funcionarios penitenciarios han muerto de forma violenta en los últimos siete meses en Honduras.
Esta tarde se registró el violento asesinato del teniente Jorge Alberto Regalado, subdirector de Penitenciaría Nacional de Támara.
El crimen ocurrió en las cercanías del centro penal ubicado al norte de Francisco Morazán, región central de Honduras.
En marzo de este año un sicario de baja estatura, con apariencia de menor de edad, asesinó al subdirector de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto (PNMAS), en la carretera que conduce al norte, entre la colonia El Carrizal y la aldea El Durazno.
La víctima fue identificada como el policía Clase III, de la Policía Penitenciaria, Santos Juan Andrés Sánchez, de 49 años, originario de Guajiquiro, La Paz, y quien residía en la capital.
Dos meses después, el 12 de mayo de 2016, tras recibir una llamada en su celular y acudir a una cita, el subdirector del Centro Penal Sampedrano, Silvano Posadas, fue acribillado.
El funcionario penitenciario murió junto a su compañero, el policía penitenciario Aníbal Zaldívar, según las averiguaciones de las autoridades policiales.
Según lo informado, el subdirector del presidio fue citado bajo la excusa de que llevara una encomienda al centro de reclusión sampedrano.