SANTA BÁRBARA, HONDURAS.- Tras el asesinato de Plutarco Antonio Ruiz Rodríguez en la cárcel de máxima seguridad de El Pozo, en Ilama Santa Bárbara, el Ministerio Público (MP) presentó un requerimiento fiscal en contra de los dos reos implicados en el crimen.
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Se trata de Wilmer Alfredo Escoto López y Juan de Dios Cardona Cáceres, quienes según las autoridades, acabaron con la vida de Plutarco la tarde del jueves 2 de febrero de 2023 en uno de los pasillos de la prisión.
A ambos se les presume responsables de asesinato en perjuicio de Ruiz y de lesiones agravadas en perjuicio de un policía penitenciario, además de atentado en perjuicio del orden público. Se desconoce qué penas estaban pagando actualmente.
Según el reporte tras el crimen, Ruiz fue ultimado de varios disparos con una pistola calibre 9 milímetros y un arma blanca tipo machete, la cuales fueron decomisadas para realizar las pericias correspondientes.
De momento, no ha podido establecerse las causas del asesinato, pues únicamente su supo que tanto el fallecido como los atacantes eran privados de libertad.
¿Quién era Plutarco Ruiz?
El nombre de Plutarco Ruiz no ha podido ser olvidado por la población hondureña desde que el 13 de noviembre de 2014 asesinó a su novia, Sofía Trinidad Alvarado y a su cuñada, María José Alvarado, esta última, quien se preparaba para representar a Honduras en el Miss Mundo, a realizarse en Londres, Inglaterra.
El hombre las atacó a balazos tras una discusión en un balneario en donde se encontraban celebrando su cumpleaños, luego, obligó a algunos asistentes a la fiesta a mover los cuerpos a varios kilómetros de distancia, a cavar una fosa y enterrarlos.
Posteriormente, fingió no saber nada de ellas y hasta dijo que las dos se fueron con varios hombres del centro turístico.
Pero tras fallas en las versiones que dio a las autoridades y a la familia de las jóvenes, las autoridades lo capturaron como principal sospechoso y terminó revelando el crimen y la ubicación de los cuerpos. Sofía tenía 23 años y María José 19 a la fecha de sus muertes.
El hombre fue condenado a 45 años de reclusión por ambas muertes y su pena la estaba pagando en esa cárcel de máxima seguridad del occidente de Honduras, donde fue asesinado.