TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Bastante cierta es la popular frase de que “en el mercado hay de todo” y es que productos de la canasta básica, del hogar, ropa y calzado, no son los únicos que ofertan estas centrales de abasto. También hay artículos esotéricos que, aunque resulte descabellado para algunos, para otros son de uso común y por ende su venta es rentable, según consideraciones de quienes los comercializan.
Tanto así que los curiosos productos son importados de países como El Salvador, México, Guatemala, Bolivia, China, Perú, entre otros, según indicaron los comerciantes como Elizabeth Sevilla, quien lleva más de 30 años vendiendo estos productos en el mercado Colón de la capital.
“Atrae clientes”, “ven dinero”, “contra envidia”, “amarre total”, son algunas de las leyendas que contienen los productos que ofrece Sevilla. “Aquí le hacemos de todo tipo de trabajos ¡garantizado!”, dijo la fémina de voz suave y semblante flexible.
Manuel Cruz, también vendedor del rubro, ofrecía otro tipo de productos como amuletos, hierbas, inciensos, sales de baño y “polvitos”. Estos últimos “se echan en la bolsa del pantalón y ahí se dejan actuar, ya sea para atraer suerte, dinero o alejar malas vibras”, explicó el joven vendedor. Sobre los clientes, los comerciantes aseguraron que tanto hombres como mujeres visitan con similar frecuencia los puestos en busca de los productos curiosos y aquellos que atraen el amor son los más buscados.
Pero, ¿qué dice la Iglesia Católica sobre estas prácticas? EL HERALDO conversó con el padre Rigoberto Velásquez, quien asegura que los que realizan esas actividades “hacen alianza con cosas falsas, pero no con Dios y eso los lleva a vivir una fe superficial”. Además, les aconsejó que “no se dejen engañar. La confianza solo hay que ponerla en Cristo, porque es el único que no miente, la invitación es a creer en Él”, agregó.
Pese a ello, ciudadanos como Roger Bustillo, quien asegura no utilizar este tipo de productos, es de la opinión que los comerciantes deben ingeniárselas para llevar el sustento a sus hogares y es decisión de los clientes hacer uso de estos o no.
Solo en el mercado Colón, cada negocio de esoterismo es visitado diariamente por un promedio de cincuenta a cien personas. Enero es el mes con mayor flujo de ventas.
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