París. Después de ganar popularidad con el walkman, Sony se aventuró en el mundo del entretenimiento. El 3 de diciembre de 1994 puso a la venta su primer consola de salón, convirtiéndose en el tercer fabricante en un mercado liderado por Nintendo y Sega.
“La llegada de Sony al sector de la consola de videojuegos del hogar no se hizo inmediatamente, fue un proceso largo y progresivo”, explicó Alexis Blanchet, profesor de la Universidad París-III Sorbona Nueva e investigador del Instituto de Investigación sobre Cine y Audivisual.
Estados Unidos y Europa tuvieron que esperar hasta septiembre de 1995 para poder comprar esta consola en su territorio.
Sony ya había puesto un pie en esta industria, pues suministraba el procesador audio de la Súper Nintendo y había trabajado en una extensión para esta máquina antes que Nintendo le diera la espalda y se pusiera a trabajar con Philips.
El futuro
A finales de 1994, Sony propone una consola de último grito, pensada para ofrecer imágenes en 3D, con títulos entonces visualmente comparables a lo que se hacía en las salas de juego, cuyos juegos estaban en CD. Esta apuesta fue un éxito, como lo demuestra la venta de más de 100 millones de consolas, relegando a los veteranos Nintendo y Sega.
El éxito de Sony se basó en que las imágenes de los juegos eran casi inexistentes para hacer surgir la práctica del videojuego como un culto emergente, dice Blanchet.