TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Usted hace su mejor esfuerzo, pero su superior parece no notarlo. Su trabajo en equipo suele ser ignorado o poco valorado por su jefe. En el ambiente se percibe estrés y desmotivación... Si usted enfrenta estos desafíos en su oficina, está encarando un problema al alza: el Síndrome del Jefe Ausente. Y las diferencias intrínsecas entre la generación X y los mileniales solo acentúan este panorama.
¿Cómo puede usted identificar y bregar contra este inconveniente? A continuación, le ofrecemos una lista de sugerencias prácticas para controlar la situación y no sucumbir laboralmente en el intento.
Sea proactivo, no reactivo
Si su jefe parece serlo solo “en papel” y evita participar activamente como parte del equipo de trabajo, mantenga la calma. No pelee ni exija, ya que no le compete cambiar las idiosincrasias de las personas, incluyendo las de su jefe.
Haga buen uso de su tiempo y energía, y concéntrese en lo que sabe que es su responsabilidad, aportando creatividad, sentido común e iniciativa en situaciones donde las instrucciones sean ambiguas o inexistentes.
Dé el ejemplo
Si tiene colaboradores bajo su supervisión, analice su interacción con ellos. Mantenga una comunicación abierta y fluida, sea específico en las instrucciones, mostrando genuino interés en sus responsabilidades.
Su ejemplo podría motivar a aquellos que están por encima suyo en el organigrama empresarial para que muestren esas mismas cualidades hacia usted. Sea usted mismo el cambio que desea ver.
Evite hacer críticas
Por mucho que sienta la necesidad, sea prudente en sus comentarios a otros compañeros de trabajo sobre su opinión respecto a su jefe. En lugar de ello, sea constructivo y cultive su imagen como una persona ponderada, efectiva, organizada y que potencia su talento y habilidades.
Si su superior no colabora eficientemente con los fines de la empresa, es probable que sea removido tarde o temprano, pero no es su jurisdicción señalarlo o tomar esa decisión. Por supuesto, situaciones de abuso o acoso laboral deben señalarse a las autoridades pertinentes sin dilación.
Analice su futuro
Si, a pesar de ver las cosas de forma realista y equilibrada, nota que la situación en su lugar de empleo aún le resulta agobiante debido a la falta de colaboración de su jefe, y que después de dar su mejor esfuerzo su superior todavía mantiene una actitud ausente y vaga, analice buscar pastos más verdes.
Cambiar de empleo y ambiente puede resultar positivo, pero asegúrese antes de que dicha decisión sea la más sensata, tomando en cuenta todos los insumos.
Las interacciones humanas en el lugar de empleo suelen presentar desafíos a diario. Después de todo, somos humanos, no máquinas. Pero utilizando el sentido común y la sagacidad, seguramente mantendrá el sano equilibrio y la tranquilidad mental en sus labores diarias
