Salud y Belleza

¿Peligro en casa? El sedentarismo infantil y sus graves consecuencias

El ejercicio no debe ser una obligación, sino una experiencia placentera. Busque actividades que sean divertidas para sus hijos y que les permitan disfrutar del movimiento
08.04.2024

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La vida moderna nos tiene en jaque. El sedentarismo, definido como la falta de actividad física regular, se dispone a ocupar la permanencia de pandemia en curso. Las consecuencias de este estilo de vida inmóvil son palpables y preocupantes.

Según Ronerd Zaldaña, experto en coaching de vida y entrenamiento personal, la reducción drástica de la actividad física diaria está cobrando un precio elevado en nuestro aparato locomotor, aumentando considerablemente los riesgos de sobrepeso y pérdida de capacidades aeróbicas.

“Un estilo de vida sedentario no solo afecta nuestro cuerpo, sino también nuestra mente y espíritu”, señala el especialista. La falta de movimiento puede provocar estrés, ansiedad, depresión y baja autoestima. Además, debilita nuestro sistema inmunológico, haciéndonos más propensos a enfermedades.

“Es hora de tomar cartas en el asunto y revertir esta tendencia. Debemos reactivarnos en familia, salir de nuestra zona de confort y recuperar el movimiento que nuestro cuerpo y mente necesitan para mantenerse sanos y fuertes”, agrega.

¿Cómo reactivarse?

Pequeños cambios, grandes resultados. No es necesario realizar grandes hazañas deportivas.

Pequeñas acciones como subir las escaleras en lugar del ascensor, caminar o dar un paseo después de la cena en familia pueden marcar una gran diferencia“Involucre a toda la familia, incluidos los niños, en la búsqueda de un estilo de vida más activo. Practiquen juntos deportes, jueguen al aire libre o realicen actividades que impliquen movimiento”, concluye.

Formas de motivara los más pequeños

Combatirlo es una responsabilidad de toda la familia. Padres, madres, abuelos, tíos y cuidadores deben trabajar en conjunto para crear un entorno familiar que promueva el movimiento y el juego activo.

-Es importante involucrar a los niños en la toma de decisiones sobre las actividades físicas que realizarán. Permítales elegir deportes o juegos que les gusten y que se ajusten a sus intereses y habilidades.

-Cuando enseñe a su hijo baloncesto, béisbol u otro deporte, evite aplicar demasiada presión. Mantenga un ambiente ligero y con sentido del humor.

Es importante que el niño disfrute del juego antes que nada, ya que no se sentirá motivado para aprender la técnica correcta de tiro si no está divirtiéndose.

-Generalmente, los niños invierten la mayor cantidad de su tiempo ejercitándose, ya sea corriendo, saltando o realizando cualquier actividad al aire libre, como andar en bicicleta.

Sin embargo, con el paso del tiempo, esta especie de ‘tradición’ resulta un poco tediosa, y a medida que van creciendo, se muestran más atraídos por la tecnología y tienden a cambiar el aire libre por los videojuegos y los teléfonos”, apunta el coach de vida.