Sexo y pareja

Sin peleas: las claves para que sus hijos compartan dormitorio

Muchos hogares no cuentan con la posibilidad de que cada hijo tenga un dormitorio propio, pero esto no quiere decir que habitarlo junto a un hermano deba ser un problema
12.06.2023

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Compartir espacios puede ser una opción, pero también una necesidad. Y cuando se trata de aspectos como privacidad y comodidad, incluso los niños tienden a entrar en conflicto.

Sin importar cual sea el origen de la decisión, si sus hijos se ven en la circunstancia de tener que habitar en el mismo dormitorio, hay ciertas claves que le ayudarán a fomentar una convivencia más sana y amigable entre ellos.

Lo primero es que, aunque se trate de un espacio compartido, los niños necesitan que se les considere su individualidad. En temas de almacenamiento, por ejemplo, asegúrese de que cada uno disponga de un lugar para guardar sus juguetes, artículos escolares, ropa, etc. Un mismo armario, bien distribuido, puede funcionar.

La personalización también importa. Que sientan que el espacio es suyo y también de su hermano o hermana, es posible. Trate de decorarles con algo que los identifique, por separado. Y puede dejar que cada uno elija respecto a la colocación y organización de sus pertenencias, para que sientan el dormitorio como propio.

Si las edades de sus hijos son distantes, intente optar por un estilo decorativo neutro. Esto lo puede lograr fácilmente escogiendo colores como el blanco o gris e ir personalizando con detalles en color. O, si ellos lo prefieren, crear una división a la mitad y pintar cada lado de colores distintos, igual puede funcionar.

Y si, por el contrario, los niños tienen edades y gustos parecidos, conversar y llegar a un consenso no será difícil. Busquen elementos que sean del gusto de ambos y decoren con ellos el cuarto. Este sería un lindo punto de encuentro que los unirá aún más como hermanos y les hará sentirse conectados con el espacio.

Compartir habitación con un hermano no tiene por qué ser algo perjudicial, incluso puede resultar beneficioso para los niños.

Áreas que pueden crear diferencias

Conflictos por los juguetes o el intercambio de ropa suelen ser muy normales entre hermanos, pero la proximidad por estar en una misma habitación cada día puede condicionar aún más todo. Preste atención a estos puntos comunes de diferencias:

El clóset. El espacio del clóset debe estar bien definido. Cada niño debe tener un lugar determinado en él, con cajoneras y colgadores por igual. Opte por complementos de organización.

Horarios. Si los niños tienen diferentes edades, no debe forzarlos para ir a acostarse al mismo tiempo. Los más pequeños suelen dormirse antes. Los horarios deben ser apropiados.

Pertenencias. Aunque a algunos les guste compartir el espacio con sus hermanos, no siempre querrán hacerlo con sus cosas. Definan posesiones y haga que respeten los límites del otro.

Privacidad. Es clave que aprendan a pedir permiso para entrar cuando la puerta esté cerrada, especialmente cuando comparten la habitación con un hermano del sexo opuesto. Respeto ante todo.