Centros educativos también cierran por falta de docentes: “Mi cuñada iba a poner a su niño, pero lo cerraron”

TEGUCIGALPA, HONDURAS. “Hola, buenas tardes. ¿Sabe a dónde queda el centro educativo Marisela Figueroa?”, consultó la periodista cuando se encontró a un grupo de mujeres afuera de una escuela de Calicanto, en el municipio de Curarén, Francisco Morazán.

La mujer se quedó pensando. Se acercó a otras personas a preguntar y segundos después caminó hacia el vehículo donde estaba el equipo de EL HERALDO Plus, en una polvorienta calle.

“Yo soy docente de esta escuela”, dijo señalando el centro de educación del que venía saliendo a eso e la 1:00 de la tarde. “Yo los puedo llevar, pero es una casa particular y la maestra se fue”, continuó explicando.

La mujer se subió al vehículo, pero fue hasta media hora después que pidió al conductor detenerse. “Creo que quedaba por aquí, hay que bajarse a preguntar”, solicitó.

El equipo de EL HERALDO Plus la acompañó hasta una vivienda que tenía la puerta semiabierta, al fondo estaba una ama de casa cocinando.

“Buenas tardes. Andamos buscando el centro educativo Marisela Bustillo, nos dicen que queda cerca de aquí”, preguntó la periodista.

La joven de tez trigueña no sabía si ese era el nombre de la institución que ella imaginaba, pero afirmó que en 2022 estuvo funcionando y que en este año no hubo matrícula porque decían que los niños no tenían la edad suficiente para ir a prebásica.

“Mi cuñada iba a poner a su niño, pero por eso no pudo y lo cerraron”, explicó, al decir que la maestra “vendió (su terreno) y se fue de aquí”.

La Unidad de Datos de EL HERALDO Plus encontró el nombre del Centro Comunitario de Educación Prebásica (Ccepreb) en una lista de 5,609 centros educativos cerrados a nivel nacional entre 2013 y junio de 2023, según la solicitud de información SOL-SDE-3250-2023 que respondió la Secretaría de Educación.

En la base de datos, el reporte decía que la institución educativa, ubicada en una zona rural de Curarén, había cerrado por “baja matrícula” y, aunque no está alejado de lo que realmente pasó, también influyó el que no hubiera una maestra para impartir clases. La que había era voluntaria y como el pago -entre 1,000 y 2,000 lempiras- era simbólico, emigró de Honduras.

Después de una hora buscando el kinder Marisela Figueroa, el equipo de EL HERALDO Plus por fin dio con la ubicación. Estaba en la parte superior de un callejón, escondido entre los árboles y maleza.

Un niño (Jorge), quien reside a dos casas del centro educativo, fue quien sirvió de guía. En el corto trayecto dijo que él estudió allí hace cuatro años, pero que recientemente lo habían reconstruido. Así corroboró este rotativo.

El kinder era de una sola pieza, construido de bloque, techo de lamina zinc y una puerta negra. Adentro habían algunas mesas y sillas con un bote de gel antibacterial encima.

En una pared había un papel que decía “lunes 28 de marso de 2022”, haciendo referencia a los últimos días que recibieron clases. Incluso, el error ortográfico podría despertar alarma, aunque la persona que lo escribió probablemente ni siquiera fue consciente de la gramática, pues no era docente sino una pobladora que se ofreció como voluntaria.

Según Educación, el Centro Comunitario de Educación Prebásica reportó su última matrícula en 2022 y cerró en este año, cuando la mujer decidió emigrar.

“Este año el Ccepreb no contaba con matrícula suficiente, solo había un niño”, explicó Melvin Orlando Hernández, director municipal de la Secretaría de Educación en Curarén, justificando el cierre del centro educativo.

El docente explicó que el kinder está clausurado temporalmente y que para 2024 si se aumenta la matrícula entonces retomarán las clases, pero se necesita -como mínimo- cuatro niños.

El cierre temporal de este centro educativo no es el único. Incluso, en algunos lugares ya se habla de un cierre permanente.

Según Educación, en los últimos 10 años (desde 2013 hasta junio de 2023) 8 centros educativos cerraron por falta de personal docente y 11 por falta de personal voluntario (un poblador que haya cursado sexto grado para dar clases de forma empírica). Además, 8 clausuraron porque no les pagaron a los voluntarios.

Los casos ocurrieron en la zona rural y urbana, pero el 90% fueron por falta de docentes o voluntarios en aldeas o caseríos (zona rural). Los reportes más recientes fueron en 2020, pero los datos dicen que la última matrícula fue de meses o años atrás.

Incluso, estos reportes probablemente no muestran la magnitud del problema, ya que en zonas rurales hay instituciones educativas que a falta de un docente contratan a un poblador de la comunidad con el único requisito de que haya pasado sexto grado.

“Es un voluntariado a dónde solo les pagan 1,000 lempiras. A veces son personas de sexto grado que están dando clases, porque por 1,000 lempiras una gente que este preparada, que tenga una formación suficiente no da clases por esa cantidad de pago”, señaló Hernández.

Precisamente ese era el pago que recibía la docente del kinder Marisela Figueroa, una pobladora que -de forma empírica- enseñaba a los niños cada día hasta que no alcanzó la cifra mínima de matrícula y decidió emigrar.

Si para 2024 hay cuatro o cinco niños que quieran matricularse ahora necesitarán conseguir a otra persona voluntaria, pero “nadie quiere”, condenó Hernández.

A esto sumamos que la baja matrícula -en muchos casos- se debe a que los padres de familia prefieren mandar a sus hijos a otros centros educativos que estén completamente constituidos, aunque eso signifique que caminen por horas o paguen mototaxi.

Una de las razones, según explicó el docente, es porque no quieren que les enseñe un voluntario sino un docente con más experiencia y un nivel educativo superior, por eso los Ccepreb parecen estar en la lista de los que más se cierran, según corroboró este rotativo.

Otro ejemplo claro es el kinder Nuestro Futuro, en Ojo de Agua, Comayagua, ya que por falta de estudiantes cerró este año. Lo mismo pasó con dos escuelas en Reitoca. Este rotativo visitó estos municipios, encontrando escuelas cerradas por baja matrícula y hasta destruidas por desastres naturales.

En el municipio de La Paz, cuyo departamento lleva el mismo nombre, aparecen 200 centros educativos cerrados entre 2013 y junio de 2023. Solo el año pasado clausuraron cuatro, de acuerdo con los reportes de Educación.

Pese a eso, la directora departamental de Educación, Fanenci Andino, afirmó que en su administración no reportan casos de cierre, pero que en años anteriores probablemente sí hayan.

“Las administraciones anteriores manejaban una estadística que se mantiene, pero son centros educativos que se cerraron allá por 2019, 2018, 2020 y no se volvieron a reaperturar porque los estudiantes ya se acomodaron a otro centro educativo más cercano. Generalmente estos centros educativos de baja matrícula son de la modalidad de Proheco”, puntualizó.

Un reporte de Educación dice que son más de 5,600 instituciones educativas cerradas. Entre las causas figuran la inseguridad, falta de presupuesto, falta de docentes y baja matrícula.

EL HERALDO Plus intentó dialogar con el ministro de Educación, Daniel Sponda, sobre los centros educativos que fueron cerrados por la falta de docentes, estudiantes, seguridad u otros factores, así como las medidas que están tomando para promover la matrícula, pero no contestó las llamadas.

Citando la normativa cuando dice que la educación debe ser obligatoria, Johnny Varela, experto en educación, afirmó que Honduras “no ha podido cumplir con el marco normativo porque en cada uno de los niveles la cobertura educativa no se logra”.

El experto se refirió al cierre de centros educativos, especialmente centros comunitarios por falta de docentes, pues “Honduras está perdiendo que estos niños y jóvenes no puedan desarrollar todas esas habilidades importantes que requiere el estudiante para avanzar”.

Mencionó que eso impacta cuando van a otro nivel educativo porque no llevan las competencias básicas y -en muchos casos- no terminan de estudiar.

El experto, quien fue asesor del exministro de Educación, Arnaldo Bueso, aseguró que no es adecuado que personas que solo hayan pasado sexto grado estén dando clases a niños de prebásica, pero a falta de docentes y de presupuesto no les queda de otra.

“No es lo correcto, pero los recursos económicos en Honduras son escasos y lo que hace la secretaría y el gobierno de Honduras es tratar de ampliar el acceso”, dijo, al mencionar que no deberían existir más de 14 mil centros unidocentes y bidocentes, porque no se está dando calidad educativa.

Ante la inquietud de que muchos padres preferían que sus hijos caminaran largas distancias antes de matricularlos en centros comunitarios, lamentó que las modalidades alternativas no están siendo implementadas y que la educación arrastra falencias de décadas atrás.

Criticó que la alfabetización no le corresponde a la Secretaría de Educación sino a la Comisión Nacional Para el Desarrollo de la Educación Alternativa No Formal (Coneanfo), pero cuando un ministro se enfoca en ese tema “está descuidando” la educación en prebásica, básica y media, por eso ocurre temas como el cierre de centros.

Además, dijo que muchos de estos Centros Comunitarios de Educación prebásica funcionan con apoyo de ONG, iglesias, las alcaldías o Educación, por eso los voluntarios reciben una remuneración simbólica, pero al no haber presupuesto simplemente lo hacen por amor y pasión a la enseñanza o se van.

Luego, a Educación solo le queda lanzar el reporte que dice cierre de centro educativo “por falta de docentes” o “falta de voluntarios”, sin dar detalles sobre el impacto que causa en la población y las comunidades.