Varios encapuchados que tienen tomada la UNAH no son estudiantes universitarios

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Varios de los aproximadamente 15 encapuchados que tienen tomada la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) no son estudiantes y tampoco tienen que ver con las actividades académicas y administrativas del alma máter.

Desde hace ocho días un grupo de individuos se tomó la universidad argumentando que se quiere llevar a cabo un proceso de reelección del rector de manera ilegal. La acción del reducido grupo no solo afecta el funcionamiento normal de la universidad, sino que también tiene en riesgo el período académico que cursan unos 80,000 estudiantes.

De acuerdo con el diputado Carlos Umaña, hay sectores políticos financiando alumnos para que armen el caos; “y yo no estoy diciendo que estoy a favor del rector Herrera (en la reelección) a mí me parece que hay que hacer un proceso transparente para elegir a las nuevas autoridades”.

El hecho de que ambos sectores, derecha e izquierda, quieran politizar la universidad es un asunto bien grave. La universidad es una de las instituciones con el presupuesto más alto, entonces no sería prudente que cayera en manos de políticos, que es lo “que prácticamente están persiguiendo varios sectores y nosotros ya lo hemos detectado”, afirmó Umaña.

A su criterio, el principal riesgo que la UNAH caiga en manos de los políticos “es el manejo del presupuesto universitario y que la universidad se vuelva un lugar de clientelismo político, que no se sigan los fundamentos de la alta academia, ni de la meritocracia, sino que más bien se sigan lineamientos de tipo político y se maneje el presupuesto a discreción de las personas”.

Una vigilancia de EL HERALDO llevó a descubrir el ingreso a la universidad de personas en vehículos sin placa, otros con el registro tapado y también hay quienes lo hacen sin ocultar la numeración.

El martes y el viernes por la noche llegó a reunirse con los encapuchados un individuo, a quien uno de los inconformes del Centro Universitario Regional del Litoral Atlántico (CURLA) identificó con el apellido Silva.

El vehículo negro es similar al que usa Marcio Noé Silva, empleado de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y que comunmente se le ha visto en otras protestas en la universidad, utilizando el mismo vehículo para movilizarse. Él es un militante del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), pero actualmente no está matriculado en la UNAH.

Otro carro que entra a reunirse con los huelguistas es el identificado con la placa HDM-5889. Según los registros oficiales pertenece a Marcelo Enrique Pastrana Álvarez, quien actualmente no tiene nada que ver con la universidad.

También ingresa el vehículo HCJ-7027 propiedad de Bryan Josué Moreno Molina, quien fue estudiante universitario, pero que actualmente no está matriculado. Igualmente llega el vehículo con placa HAS-8915 que en el registro del Instituto de la Propiedad aparece a nombre de Kimberly Nayroby Medina Cárcamo, una egresada en el 2020 de la UNAH en la maestría Administración de Empresas, pero que ahora ya no tiene que ver nada con el alma máter.

Como cabecilla del movimiento, otros miembros de organizaciones estudiantiles, identifican al estudiante José Misael Flores. En el grupo también está Norberto Cardona, quien estuvo matriculado en el Centro Universitario Regional del Pacífico (CURLP). En su historial universitario aparece como una persona muy conflictiva. De esta mismo centro regional también está Sofía Víctoria Flores.

Entre los estudiantes del CURLA están Fernando Suazo y Yamil Josué Duarte. Este último actúa como vocero de los encapuchados.

Por otro lado, unos aliados -en un autobús blanco, un turismo negro y una camioneta blanca- han ingresado a los predios universitarios a reunirse con los que mantienen la toma.

Entre los que llegan a dialogar con los protestantes estaría también un empleado del Patronato Nacional de la Infancia (Pani), que en un tiempo fue empleado de universidad.

A lo interno de la casa de estudios superiores se maneja que detrás de los encapuchados estaría un viceministro, un diputado de Cortés, uno de Choluteca y otro de Francisco Morazán.

El grupo que tiene tomada la universidad es pequeño- entre 15 y 17 personas-. Hace tres noches unas siete personas del denominado Movimiento Amplio Universitario (MAU) llegaron a mostrarle su solidaridad por unos minutos y luego se retiraron de los predios universitarios.

Ante los riesgos de la politización de la UNAH, la diputada Ligia Ramos consideró que la educación superior no debe responder a intereses ideológicos o partidarios, sino a una política acorde a la realidad educativa nacional.

Históricamente la política vernácula ha tenido sus tentáculos en la UNAH, irrespetando la autonomía. “Si actualmente hay indicios de que facciones de los partidos políticos están interfiriendo en el desarrollo de la política interna de la universidad hay que denunciarlos”, demandó.

Ramos aseguró que su posición siempre va a ser “a la no intervención política en los asuntos de la universidad”. De la misma manera exigió a las autoridades universitarias ser muy cuidadosas para no dejar que haya injerencia política dentro del estamento administrativo y docente.

“Que la cátedra sea libre, que las decisiones sean con base en una política educativa superior, no con base en la ideología de ningún partido político.

Abogó por que el proceso de elección de las próximas autoridades de la UNAH sea dentro de un proceso democrático, donde prime el respeto de la ley, la meritocracia y la idoneidad.

La Federación de Estudiantes Universitarios de Honduras (FEUH) aún no tiene una posición sobre si está de acuerdo o no con la toma de las instalaciones de la universidad.

Ante tal situación, EL HERALDO Plus le consultó a estudiante Angie Dariela Díaz, presidenta de la Asociación de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Jurídicas, sobre la acción de protesta, manifestando que “es una cuestión que tendríamos que analizar bastante porque ninguna asociación estaba notificada de la toma, sino que fue una acción independiente”.

Según ella, la toma es liderada por el Frente de Reforma Universitaria (FRU), el cual supuestamente actúa bajo una dirección nacional, de acuerdo a sus políticas internas.

Ella considera que la acción de protesta del FRU es producto de la forma en que se está llevando a cabo la elección de las nuevas autoridades universitarias, donde no se ha contado con la participación de los estudiantes.

El hecho tiene su génesis en el proceso de elección de la Junta de Dirección Universitaria (JDU), la cual se realizó este 2023. Este organismo es nombrado por el Consejo Universitario conformado por autoridades, docentes y estudiantes, pero se ejecutó solo con autoridades y docentes porque el sector estudiantil se negó a asistir, sostuvo Díaz.