TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con 50 muertes y 30,009 casos sospechosos, 2024 se ha convertido en el año más letal por dengue en Honduras desde 2019, mientras las proyecciones de expertos indican que lo peor de esta emergencia sanitaria será entre julio y agosto.
La crisis del dengue ya ha superado las estadísticas de los últimos años. Por ejemplo, el año pasado cerró con 31 decesos y más de 27,000 enfermos, según reportes de la Secretaría de Salud.
La excepción es 2019, cuando se registraron 180 muertes y 112,708 casos por esta afección, de forma confirmada.
Incluso, para este 2024, con la llegada de las lluvias y altas temperaturas, se pronostican cifras alarmantes: entre 150 y 300 muertes, es decir, más mortal que en 2019.
Según cifras de la Secretaría de Salud (Sesal) analizadas por EL HERALDO, la tasa de letalidad de los últimos seis años muestra que la de este 2024 es la más alta, con un 0.17.
Esta tasa de letalidad es más alta que el 0.16 registrado en 2019, el año más crítico antes de 2024. En ese año se reportaron 180 muertes y 112,708 casos por esta afección, de forma confirmada.
En 2021, 11 fallecimientos y más de 24,000 diagnósticos dejaron una tasa de 0.09, mientras que en 2022 alcanzó el 0.05 con 13 muertes y un poco más de 25,000 enfermos.
Para 2023, se contabilizaron 31 fallecimientos y el umbral superó los 27,200 casos, para una tasa de letalidad del 0.1, la más baja en los últimos seis años. Sin embargo, en 2024, en apenas seis meses, las cifras se han disparado: hay una letalidad del 0.17, derivado de las 50 muertes sospechosas y 30,009 casos (también sospechosos).
De forma confirmada se contabilizan 29 decesos por dengue hasta mediados de año en Honduras.
Para los expertos y la sociedad civil, la responsabilidad de la emergencia sanitaria por dengue en 2024 recae en las autoridades debido a la falta de trabajo preventivo y una respuesta tardía a la crisis.
“Las autoridades de Salud actuaron muy tarde, y desde el inicio del año advertimos que esto sucedería porque las estadísticas no mienten”, dijo Carlos Umaña, expresidente de la Asociación de Médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Lo anterior “acompañado de una débil campaña y programa de prevención, la eficacia de la prevención depende del apoyo comunitario”, manifestó Helga Codina, expresidenta del Colegio Médico de Honduras (CMH).
Meses críticos
Los expertos consultados por EL HERALDO advirtieron que Honduras puede alcanzar los próximos meses 150 y 300 muertes por dengue, basándose en las estadísticas de 2024, considerando las 50 muertes y los 30,009 casos reportados en los primeros seis meses del año, junto con otras variables como las altas temperaturas, las lluvias y la lenta respuesta de las autoridades.
“Si tenemos 50 muertes en 30,000 casos, si llegamos a 60,000 casos, serán 100 personas fallecidas”, proyectó Umaña. “Se espera que entre 150 y 300 personas fallezcan, esto es lo que nos dicen las estadísticas”, argumentó.
COLCOAR GRÁFICOS
Junio, julio y agosto serán los meses más críticos, ya que incluso en ciudades con baja incidencia de dengue comenzarán a surgir casos debido a esta afección que mantiene en emergencia al país.
“Debido a la transición del fenómeno de El Niño (sequía) a La Niña (lluvia) y estando en fase neutra, las altas temperaturas se mantienen, y se espera que ciudades como Santa Rosa de Copán, partes altas de Intibucá, Olanchito y Lempira tengan casos de dengue”, proyectó Umaña.
“Se anticipa un aumento en los casos. Un junio malo, un julio muy malo y un agosto catastrófico”, insistió.
Epidemiólogos hondureños coinciden en que en los próximos meses aumentarán las muertes y que las proyecciones solo son un indicativo de la realidad que se avecina.
“Definitivamente, el número de muertes puede aumentar de manera significativa y agresiva. Si actualmente tenemos 29 muertes confirmadas y algunas por confirmar, lo que podría llevar el total a 50, ¿se imaginan qué podría suceder con la llegada de las lluvias si no tomamos medidas?”, cuestionó alarmado el epidemiólogo Keneth Rodríguez.
Preocupado, reiteró: “¿Qué podría pasar en los próximos dos o tres meses, durante la duración de las lluvias, es decir, julio, agosto y septiembre?”.
“La temporada de lluvias es propicia para el crecimiento de las larvas del mosquito, y cada año se produce un brote en esta época, a pesar de una débil campaña y programa de prevención”, cuestionó la expresidenta del Colegio Médico de Honduras (CMH).
Ante la emergencia, Codina destacó que “se deben actualizar las guías de manejo de acuerdo con la situación actual y comenzar desde ahora a elaborar un proyecto con presupuesto para el brote del próximo año, para evitar tener que declarar una emergencia nacional por una patología que nos afecta todos los años por la misma razón (falta de planificación)”.
EL HERALDO intentó comunicarse con Carla Paredes, ministra de la Secretaría de Salud, y con el jefe de vigilancia, Lorenzo Pavón, para analizar la situación, pero no hubo respuesta.