TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El Instituto Nacional de Previsión Magisterial (Inprema) al año 2030 estaría dando las primeras muestras de problemas financieros y al 2042 podría cerrar si no se toman las medidas pertinentes.
Para evitar esa crisis es necesario hacer las reformas a la ley y así asegurar y extender la sostenibilidad, señaló el comisionado presidente de la junta interventora de la institución, Héctor Díaz.
“La sostenibilidad actual del Inprema es hasta el 2042 y al 2030 es el primer punto crítico, por eso es que las reformas se deben hacer en este momento, si no se hacen el Inprema entraría en un default”, dijo Díaz.
Actualmente el instituto de previsión tiene un déficit superior a los 35,000 millones de lempiras; aunque se han hecho algunos cambios y diversificaciones en la cartera de inversión, con las reformas se estaría ampliando la expectativa de vida por varios años más.
“Si la reforma se da de acuerdo a lo que hemos proyectado mejoraría sustancialmente la situación del instituto, porque las reformas apuntan a que el instituto no tenga ningún punto crítico hasta antes del 2050 y que además se estabilice su existencia 40 años en el futuro”, aseguró.
Las reformas establecen entre otras cosas el incremento de las aportaciones tanto de los patrones como de los afiliados, búsqueda de nuevas inversiones que vendrían a aumentar los ingresos y mejorar la rentabilidad del instituto.
Con los cambios se esperaría que en los próximos años el déficit actuarial que tiene el instituto baje a 20,000 millones.
De acuerdo con el interventor, los sistemas de previsión que tienen más de 40 años de reservas son sistemas que están estables, los que tienen entre 20 y 40 están en alerta y los que tienen menos de 20 están en etapas críticas, es decir, Inprema se encuentra en una etapa crítica.
“Son urgentes esas reformas, porque pondrían al Inprema en su ruta de existencia en el largo plazo”.
